jueves, 29 de mayo de 2008

Se mantendrá la tubería de enlace entre Tarragona y el sistema Ter-Llobregat cambiando parte del trazado

TARRAGONA.- La Generalitat ya asume que no habrá minitrasvase del Ebro a Barcelona al subir las reservas en los embalses y desaparecer la alerta. Se suavizará el decreto de sequía y el Gobierno central anulará la próxima semana el real decreto para la transferencia de agua. Desde finales de marzo se ha ganado un caudal igual a cuatro minitrasvases. Pero se mantendrá el proyecto de una tubería de enlace entre el Consorcio de Aguas de Tarragona y el sistema Ter-Llobregat aunque variando algo su trazado inicialmente previsto junto a la A-7.

La Generalitat planea construir la tubería para mantener la idea de un enlace entre Tarragona y el sistema Ter-Llobregat (aunque con un trazado algo diferente y un diámetro mayor de la tubería) para evitar que en el futuro se repita una situación como la vivida si se volvierse un episodio de sequía extrema y, en cualquier caso, para poder utilizarla en sentido inverso pero sin ser una interconexión..

En cualquier caso, si en el futuro se recurriera al agua del Ebro se necesitaría la aprobación de un nuevo real decreto de Gobierno central para captar agua de este río y así garantizar el agua de boca a los 5,5 millones de personas que dependen de las cuencas internas de Cataluña..

La conducción (que debería costear la Generalitat al ser de su competencia) permitiría poner en práctica una cierta solidaridad en Cataluña de norte a sur, pues si las comarcas del Campo de Tarragona sufrieran un corte en el suministro desde el Ebro, podrían disponer de agua de la futura desalinizadora tarraconense de Cunit, prevista para 2011.

Aunque, de hecho, al producirse la conexión entre la desalinizadora de Cunit con Tarragona también se deja abierta la puerta a una futura conexión con el minitrasvase del Ebro. Esta conducción está pensada como una obra de emergencia y tal como está concebido el proyecto actual, seguramente no es el mejor diseño para que pueda ser complementario a la desalinizadora rótula de Cunit, que dará servicio a ambas cuencas, según se razona desde la Generalitat.

La de Cunit será la tercera desalinizadora que se construya en Cataluña, tras la de la Tordera, ya en marcha, y la de El Prat, que se inaugurará en junio del 2009. La de El Prat, de 60 hectómetros cúbicos de capacidad, como la de Cunit, nace sin embargo con pesadas hipotecas, como son enjuagar la prevista aportación del trasvase anulado y generar recursos que permitan devolver caudal al Ter.

El Gobierno catalán revisará el próximo martes el decreto de sequía, reducirá la alerta y actualizará las medidas adoptadas para combatir la escasez. Ahora, entre el 30% y el 40% del agua servida en la comarca del Barcelonés procede de recursos extraordinarios y no de los embalses.

Una de las preocupaciones de la Generalitat es que, sin restricciones, el consumo se dispare. Para ello se van a impulsar desde la Agencia Catalana de l'Aigua (ACA) una serie de limitaciones, todavía por definir. Trabaja estos días a marchas forzadas para cerrar la estimación del porcentaje de agua embalsada, sumada a la situación de los acuíferos y los pozos de las cuencas internas que permita garantizar el suministro de agua hasta la entrada en funcionamiento de la desalinizadora de El Prat de Llobregat.

Los embalses alcanzaron ayer el 46,5% de su capacidad, y posiblemente rebasen mañana o pasado mañana el listón del 50% que fue marcado por el Govern (en el primer decreto de la sequía) como la puerta de salida de la situación de excepcionalidad. La llegada de agua a los embalses se produce a un ritmo del 2% diario, aproximadamente. Ahora hay agua para más de un año.

Ahora acumulan 284 hm3, mientras que a finales de marzo almacenaban 126 hm3. Es decir, han ganado 158 hm3, el equivalente al volumen de cuatro minitrasvases del Ebro como los que habían sido programados. Ahora tienen más del doble que hace un mes. El trasvase debía aportar 36 hectómetros cúbicos durante nueve meses.

Los portavoces de la Plataforma en Defensa del Ebro también se opondrán a la conexión de las desalinizadoras de Cunit y El Prat prevista por la Generalitat.

Por otra parte, el puente marítimo que desde Tarragona y Marsella transporta agua a Barcelona finalizará en agosto, una vez terminen los contratos ya firmados y pagados.

(Arco romano de Bará, en la ruta de Tarragona a Barcelona)

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