LONDRES.- El euro se recuperó este lunes frente al dólar tras la publicación de una inflación récord de la Eurozona en mayo y un índice de actividad estadounidense en bajada, después de que la presión del G8 a favor de un dólar fuerte no alcanzara para sostener al billete verde.El euro se recuperaba y se cotizaba a 1,5471 dólares contra 1,5384 dólares el viernes, tras haber alcanzado un máximo a 1,5518 dólares a inicios de la tarde.
La moneda europea se cotizaba también al alza frente al yen, a 167,40 yenes contra 166,38 el viernes. El billete verde perdía terreno frente a la moneda nipona, a 108,23 yenes por un dólar, contra 108,15 el viernes.
La inflación en la zona euro subió en mayo al 3,7% interanual, un nuevo récord histórico desde la creación de esta zona, en 1999, según una segunda estimación de la oficina europea de estadísticas, Eurostat.
El alza récord de los precios al consumo aumenta las expectativas de una próxima alza de las tasas de parte del Banco Central Europeo (BCE) en julio. "El BCE apretará el gatillo y aumentará sus tasas del 4% al 4,25% en la reunión de julio", comentó Howard Archer de Global Insight.
En Estados Unidos, el índice de actividad industrial en la región de Nueva York, medido por la consultora Empire State, siguió deteriorándose en junio, a -8,7 puntos, contra -3,2 en mayo. "Este nuevo declive muestra que la economía estadounidense aún no salió del pozo", comentó Paul Ashworth, de Capital Economics.
Con tales señales de desaceleración económica, las especulaciones sobre un alza de las tasas por parte de la Reserva Federal estadounidense (Fed) podrían llegar a su fin.
El presidente de la Reserva Federal (Fed), Ben Bernanke, sugirió la semana pasada que se acerca el fin del periodo de flexibilización monetaria lanzado en septiembre pasado para enfrentar la desaceleración económica generada por la crisis de los créditos inmobiliarios de riesgo ('subprime').
"Si bien los bancos centrales lanzan actualmente un mensaje unificado de lucha contra la inflación, no todos poseen el mismo margen de maniobra", dijo Isabelle Job, de Calyon, al considerar que el BCE podría recortar los tipos pero no la Fed, debido al "clima económico fuertemente degradado".
La mayoría de los ministros de Finanzas del G8 reunidos el fin de semana pasado en Osaka, Japón, reclamaron un dólar fuerte en las conferencias de prensa que tuvieron lugar tras la reunión. Pero como los presidentes de los bancos centrales no fueron invitados a la reunión, el comunicado final de la cita no habló específicamente del tipo de cambio.
Esta ausencia de referencia explícita a las divisas finalmente afectó negativamente al dólar, y decepcionó a los cambistas, estimó Melinda Smith, del ABN Amro.
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