lunes, 23 de junio de 2008

Almunia aboga por "no alarmar más de lo imprescindible"

ZARAGOZA.- El comisario europeo de Asuntos Económicos, Joaquín Almunia, aseguró hoy en Zaragoza que la economía no vive un momento de recesión sino de crecimiento "en España, en Europa, en el mundo" y por eso "no hay que alarmar más de lo imprescindible".

Almunia se pronunció así en declaraciones a los medios de comunicación antes de pronunciar la conferencia 'Diez años de Unión Económica Monetaria: balance y retos para el futuro' en la Sala de la Corona del Edificio Pignatelli, sede del Gobierno de Aragón, dentro de unas jornadas de análisis sobre los grandes retos de Europa.

El comisario abogó por buscar soluciones "con cabeza" y "no mediante impulsos que no llevan a ningún lado" ante una situación económica que reconoció "difícil" y en la que se combina un menor crecimiento económico con la subida de precios del petroleo y de otras energías, así como de los productos alimenticios.

Joaquín Almunia señaló que existe una experiencia previa "de cómo se reaccionó mal en los años 70 en la primera crisis energética", mientras que opinó que ahora el Consejo Europeo ha aportado "sensatez" y "visión" tras su última reunión de hace unos días.

Al respecto, defendió el desarrollo de una política energética y de cambio climático que permita diversificar la energía, reducir el consumo y utilizar más las energías renovables.

Para afrontar la subida de los precios de los alimentos, apostó por organizar mejor el funcionamiento de los mercados mundiales de materias primas alimenticias. Hasta ahora, dijo, "no habíamos prestado suficiente atención a eso y no se puede especular con el trigo o con el maíz del que depende mucha gente para no pasar hambre todos los días".

Junto a esa mejor organización, los países industrializados y europeo deben conseguir que los mecanismos de distribución y de competencia funcionen mejor "y no abusen de los consumidores porque aquí también pagan los consumidores más débiles", manifestó.

Joaquín Almunia abordó durante su conferencia las dificultades por las que atraviesa la economía y propuso medidas "a corto plazo" para "apoyar a sectores de ciudadanos que sufren la subida de los precios y pierden poder adquisitivo que no tienen posibilidad de recuperar", y a los países en vías de desarrollo, donde esta situación genera "hambre" y "desnutrición".

A estas medidas más inmediatas, el comisario añadió otras "estructurales y de medio plazo" como políticas "de más crecimiento, mejor productividad y más competitividad" en Europa, complementadas con "medidas de mayor eficiencia energética" y políticas de cambio climático.

A todo esto, continuó Almunia, debe sumarse que Europa tiene que jugar un papel "más determinante" en la economía mundial, para lo que "tenemos que estar unidos dentro y fuera de nuestras fronteras", apuntó.

El comisario europeo de Asuntos Económicos estimó que el euro "es una opción para siempre" como moneda única en la UE y afirmó que ha aportado "muchas más ventajas que inconvenientes", como una menor inflación, una "cultura de la estabilidad" y la creación de empleo.

No obstante, consideró que no se han aprovechando todas sus potencialidades, ya que a su entender "podíamos haber crecido más", algo que no ha ocurrido porque "la productividad de nuestras economías no ha crecido como debiera".

Almunia achacó este hecho a que la política monetaria común no ha ido acompañada de un "esfuerzo en reformas" y no ha habido una coordinación entre los países para desarrollarlas.

También señaló que no se ha introducido suficiente competencia en los mercados protegidos y hay áreas de los mercados financieros "que no están integradas". Almunia puso como ejemplo que no es lo mismo transferir dinero o cambiar la hipoteca de un banco a otro dentro de un mismo país de la UE que entre dos países de la Unión.

"La zona euro no tiene el dinamismo de otras economías industrializadas", subrayó Almunia, realidad frente a la que propuso una mayor coordinación entre los países "no como algo impuesto sino por el interés común de países con una moneda única".

Almunia opinó que esta coordinación debe afectar a las políticas económicas y no sólo a las monetarias. En este sentido, apuntó la posibilidad de desarrollar estrategias de gasto público en común, por ejemplo, en lo que concierte a la inversión en Investigación, Desarrollo e Innovación (I+D+i).

Otras áreas de colaboración que nombró fueron las de las grandes infraestructuras, las interconexiones, el transporte y la energía, con la "integración de la red eléctrica y de gas", dijo como ejemplo.

También abogó por preservar la independencia del Banco Central Europeo y por "reforzar el diálogo" con los grandes interlocutores de la economía mundial, todo ello teniendo en cuenta los "cambios profundos que vivimos", como son la interdependencia que genera la globalización, el envejecimiento de la población en Europa y los desafíos energéticos y del cambio climático.

No hay comentarios:

Publicar un comentario