lunes, 9 de junio de 2008

Brasil, el país en donde la gasolina no se encarece

SAO PAULO.- Aunque la cotización internacional del crudo sube sin cesar, los automovilistas de Brasil no pagan mucho más caro su combustible, en gran medida, a causa de subvenciones del Estado.

El alza del petróleo "encareció la producción agrícola y el transporte" pero "la valorización del real y la estabilidad del precio del diésel evitaron un impacto más importante en Brasil", dijo Renato Maluf, presidente del Consejo de Seguridad Alimentaria.

El Gobierno apostó a reducir las tasas de impuestos. El impuesto especial a los combustibles fue reducido en abril de 0,38 a 0,28 reales por litro de gasolina y de 0,07 a 0,03 reales por litro de diésel.

Los impuestos representan el 40,5% del precio de la gasolina y el 22% de los del diésel, según la Federación Brasileña de Distribuidores de Combustibles (Fecombustibles).

Los precios en las refinerías aumentaron un 10% el 30 de abril por primera vez en casi tres años. Sin embargo con la reducción de las tasas de impuestos "el precio pagado por los distribuidores a la (petrolera nacional) Petrobras se mantuvo casi igual", sostuvo Adriano Pires, director del Centro Brasileño de Infraestructura.

La estabilidad de los precios en Brasil es posible porque "el gobierno los subsidia" con la disminución de la carga tributaria, que es parte de "su política asistencialista", señaló Pires.

El aumento anterior de los combustibles fue en septiembre de 2005. Desde entonces, el crudo saltó de 60 dólares por barril a más de 130 dólares.

Otro factor contribuye a la estabilidad de los precios. En 2006, Brasil anunció haber alcanzado la autosuficiencia petrolera, aunque aun debe importar algo de crudo ligero para mezclarlo con el nacional que es pesado.

Brasil exportó en 2007 un promedio de 421.000 barriles de crudo por día, pero importó 418.000.

Petrobras, la floreciente compañía petrolera nacional que produce casi 2 millones de barriles de crudo por día, anunció en los últimos siete meses el descubrimiento de gigantescos descubrimientos de yacimientos en aguas profundas en la cuenca de Santos, frente a las costas del Estado de Rio de Janeiro.

Si el potencial de esos pozos es confirmado, Brasil podría en los próximos años aspirar a convertirse en el tercer país latinoamericano de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), detrás de Venezuela y Ecuador.

Por otra parte, la cantidad de vehículos 'flex fuel' que funcionan indistintamente con gasolina o etanol de caña de azúcar está en incesante aumento.

"Si la gasolina aumenta mucho, perderá terreno ante los biocombustibles", dijo Paulo Miranda, presidente de Fecombustibles.

"Si sobra gasolina ¿a quién se la venderá Petrobrás? Puede exportar, pero siempre habrá una rebaja del precio por la baja calidad del producto que tiene alto contenido de azufre para los patrones de Estados Unidos y Europa", según Miranda.

La oficial Empresa de Pesquisas Energéticas (EPE) informó que en 2007 el diésel representó un 50,7% del total de las fuentes de energía utilizadas para el transporte vehicular en Brasil, la gasolina un 24,4%, el etanol un 15,1% y otras 9,8%.

"El destaque fue el etanol, con crecimiento de 34,7% (comparado a 2006) reflejando los precios favorables en relación a la gasolina", anotó la EPE.

El precio por litro al público de la gasolina en Sao Paulo es de 2,50 reales (cerca de 1,50 dólares), el del diésel 2,05 reales (1,24 dólares), y el etanol se vende en los puestos paulistas a 1,5 reales (0,91 dólares).

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