jueves, 5 de junio de 2008

El acuerdo sobre Doha aún es posible pero hay mucho por recorrer

PARÍS.- Unos 30 países de la OMC se comprometieron este jueves a reactivar la Ronda de Doha, pero persisten diferencias entre países ricos y emergentes y muchos coinciden en que un fracaso en las próximas semanas firmará el certificado de defunción de un acuerdo de libre comercio mundial.

"La discusión hoy fue excelente pero aún hay áreas considerables de desacuerdo", dijo a la prensa el ministro de Comercio australiano, Simon Crean, tras una mini-reunión ministerial de la Organización Mundial de Comercio (OMC) celebrada en la embajada de Australia en París.

"Todavía pensamos que la tarea puede lograrse", confió Crean.

Dos temas clave traban la conclusión de una negociación lanzada en la capital de Qatar hace más de siete años: cuánto deben recortar los países ricos sus subsidios agrícolas, y cuánto deben rebajar los países emergentes y pobres las tarifas que aplican a los productos industriales.

El director general de la OMC, Pascal Lamy, convocó este jueves a los negociadores varios países a discutir intensamente estos dos temas a partir del lunes próximo en Ginebra, durante dos semanas.

El jefe de la OMC espera llegar en junio a un acuerdo sobre estos asuntos a fin de concluir la totalidad de la negociación antes de la partida del gobierno estadounidense de George W. Bush a fines de 2008. Un nuevo ocupante en la Casa Blanca podría cuestionar todo lo negociado desde 2001.

"Ahora tenemos que cruzar un puente, en particular sobre los subsidios agrícolas y las tarifas agrícolas e industriales", advirtió Lamy tras la reunión.

Lamy aún busca celebrar una reunión ministerial de los 152 países miembros de la OMC a fines de junio.

"Vamos a tener una idea más clara la semana próxima", indicó el ministro de Relaciones Exteriores de Brasil, Celso Amorim.

No obstante, algunos de los países de la OMC sólo buscan el fracaso de la Ronda de Doha, deploraron Estados Unidos y la Unión Europea (UE), en referencia aparente a los países emergentes.

"Todos saben que quienes alargan las cosas están apostando por un fracaso (de Doha). Un atraso sólo tornará más difícil la cosa", dijo Peter Mandelson, comisario de Comercio europeo.

"Ninguno de nosotros solo puede sacar esto adelante y solamente se necesita a un par de nosotros para conseguir estancar las negociaciones", sostuvo por su lado Susan Schwab, representante de Comercio estadounidense.

Según dijo la subsecretaria mexicana de negociaciones comerciales internacionales, Beatriz Leycegui Gardoqui, la reunión mostró "un compromiso decidido de poder acercar lo más posible las diferencias para que los ministros puedan reunirse en algún momento".

"Estamos trabajando, pero aún hay un largo camino por recorrer", indicó por su lado Néstor Stancanelli, subsecretario argentino de negociaciones económicas internacionales.

En agricultura, los últimos puntos de fricción son "los productos especiales (sensibles), los procedimientos de salvaguarda y los productos tropicales", enumeró Lamy.

Del lado de bienes industriales, Lamy dijo que la fricción de "temas como el Mercosur", la unión aduanera entre Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay, "o las especificidades sobre los duty-free", las compras sin impuestos.

"Queremos preservar el Mercosur. El Mercosur no está en venta", aclaró Amorim, en referencia a la negativa de los países ricos a otorgarle facilidades especiales.

Amorim reclamó a los países ricos ser más "realistas" y reconocer que están pidiendo demasiado en bienes industriales y ofreciendo muy poco en agricultura.

"Lo primero que pedimos es que reduzcan significativamente los subsidios (agrícolas); lo segundo, que no nos cobren demasiado por un auto usado", dijo.

Una exitosa conclusión de la Ronda de Doha sería la única manera de obligar a Estados Unidos a revisar su ley agrícola, que destina casi 300.000 millones de dólares a los subsidios y que fue aprobada en mayo por un Congreso que logró levantar el veto de Bush.

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