El conflicto agrario argentino amenaza el abastecimiento de alimentos

BUENOS AIRES.- El abastecimiento de alimentos y otras mercancías volvió a peligrar en Argentina por la decisión de los transportistas de bloquear rutas en protesta por el conflicto agrario que se desarrolla desde hace casi 90 días y que afecta a la actividad del sector, además de dañar las exportaciones de granos.

Federaciones de transportistas de las provincias de Buenos Aires, Sante Fe, Córdoba y Entre Ríos, todas ellas de la rica región central, cortaban este miércoles carreteras, enfurecidas por la huelga indefinida de millares de agricultores alzados contra la política fiscal oficial.

"Ahora no va a pasar nadie (en la ruta)", dijo Rubén Agugliaro, presidente de la patronal Confederación de Transporte Automotor de Cargas (CATAC), cuyas empresas están sufriendo fuertes pérdidas por la huelga en la comercialización de granos.

En Córdoba se registraban este miércoles 42 bloqueos de rutas entre las protestas de los productores en huelga que impiden el paso de los camiones con granos destinados a exportación, y los piquetes de camioneros, que frenan la circulación de todos los vehículos.

Los agricultores se rebelaron a mediados de marzo contra un aumento de los impuestos a las exportaciones de soja, cuya cosecha fue valorada en unos 24.000 millones de dólares, de los cuales se intenta recaudar 11.000 millones.

Las entidades agrarias ampliaron el lunes su protesta durante una semana más, que ahora afectó a las operaciones de maíz, soja y otros granos en las terminales portuarias, dijo a la AFP una fuente de la Bolsa de Comercio de Rosario, el mayor polo agroindustrial del país, a 300 km al norte de Buenos Aires.

"Para la soja, las plantas están utilizando aproximadamente el 50% de su capacidad de procesamiento", dijo otra fuente del recinto de comercialización de cereales y granos, semiparalizado desde hace dos semanas.

La primera huelga de tres semanas en marzo había provocado desabastecimiento de alimentos en el país, pero luego los agricultores limitaron su protesta al cese de la comercialización de granos, para desactivar el malhumor que generó la medida en amplios sectores urbanos de la sociedad argentina.

Argentina es líder mundial en exportaciones de aceites y harinas de soja, y ocupa el tercer puesto por sus ventas externas del grano de la leguminosa.