MELILLA.- Más de 20.000 porteadores, trabajadores marroquíes encargados de introducir mercancía de Melilla a Marruecos para su reventa en su país aprovechando la diferencia de precios de productos importados desde Europa y otros continentes, han cambiado a partir de hoy de paso fronterizo con el fin de mejorar el tránsito de personas y vehículos por la aduana entre España y Marruecos.Según el director del área de Fomento, Juan Pedro Arana, y la presidenta de la Cámara de Comercio, Industria y Navegación, Margarita López Almendáriz, los empleados del llamado eufemísticamente «comercio atípico», es decir contrabando, tendrán que pasar sus partidas a por el puesto fronterizo de Barrio Chino y no, como desde hace años, por la aduana de Beni-Enzar.
El Gobierno español, para ello, ha acondicionado el paso peatonal de Barrio Chino, con una inversión que supera los 100. 000 euros, para dotar al mismo de varios entradas y salidas para poder soportar el paso diario de unas 22.000 personas, frente a las 2.000 que lo hacían en la actualidad, así como otros elementos que permitan esta actividad.
Arana y López Almendáriz subrayaron los beneficios que reportará este cambio, entre ellos lograr que la principal frontera entre Melilla y Marruecos «deje de tener aspecto tercermundista y se convierta en una frontera europea», además de la posibilidad de atraer turistas marroquíes de nivel adquisitivo «medio-alto» al disponer de un paso más ágil para personas y vehículos, evitando con ellos las largas colas que se producían sobre todo los días laborables.
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