martes, 17 de junio de 2008

Estados Unidos y China discutirán sobre sus dificultades económicas

WASHINGTON.- Estados Unidos y China, sumidos en dificultadas económicas, sostendrán esta semana conversaciones para intentar aplacar las tensiones sobre el tipo de cambio, controlar las medidas proteccionistas y reforzar la seguridad energética.

Las conversaciones reunirán al secretario del Tesoro estadounidense, Henry Paulson; con el viceprimer ministro chino, Wang Qishan, nuevo encargado de las relaciones con Estados Unidos, quien participará por primera vez en estos encuentros semestrales establecidos en 2006 por los presidentes estadounidense, George W. Bush, y chino, Hu Jintao.

Los dos días de "diálogo estratégico y económico" comenzarán este martes en la Academia Naval de Annapolis, cerca de Washington, mientras las dos principales economías del planeta sufren la explosión del precio del crudo y de los alimentos, de los avatares de la inflación y de la inestabilidad de los mercados financieros.

"Resulta claro que nuestra estrategia del compromiso que mantenemos con China -diálogo permanente pero apelando a los recursos de los arbitrajes de la Organización Mundial del Comercio (OMC) de ser necesarios- es mucho más productiva que las políticas proteccionistas o las leyes", aseguró Paulson.

Tanto China como Estados Unidos han expresado su inquietud ante las presiones proteccionistas suscitadas por las dificultades económicas, y estiman que la discusión debería centrarse en la búsqueda de medios de promoción y de protección de las inversiones bilaterales.

Las empresas estadounidenses estiman que las reglas para invertir en China son muy oscuras y que benefician a los "campeones nacionales" chinos, mientras que Pekín denuncia las acciones estadounidenses para imponer importantes subvenciones a la agricultura y limitaciones para la inversión extranjera en Estados Unidos.

"Si esta tendencia al proteccionismo se dispara sin control, puede convertirse en una amenaza para el comercio mundial y para el sistema de intercambio multilateral", declaró Sun Zhenyu, embajador de China ante la OMC.

Durante las conversaciones, Washington podría obtener avances en materia de seguridad energética, al tiempo que China podría vacilar al adoptar una posición firme en la medida que no sabe que puede pasar con las nuevas políticas del próximo presidente de Estados Unidos en 2009.

Estados Unidos y China son los dos mayores contaminantes del planeta y los dos principales importadores de petróleo del mundo, aunque ambos se niegan a aplicar el protocolo de Kioto para la reducción de los gases de efecto invernadero.

Tras la reunión de diciembre, ambos países anunciaron el lanzamiento de una década de cooperación en materia medioambiental. Paulson prometió que los resultados de los primeros esfuerzos en este aspecto se abordarán en Annapolis.

Ambas potencias deberán también abordar sus querellas monetarias, una discusión en la que el presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, no pemanecerá al margen.

Washington estima que la apreciación de la moneda china, el yuan, que ganó un 20% contra el dólar en los últimos tres años, podría incrementarse en el marco de las reformas monetarias ya que podrían también ayudar a controlar la inflación, un aspecto políticamente sensible en China, donde la mitad de las rentas de los gobiernos se destinan a la alimentación.

Simultáneamente, la baja del dólar inquieta a Pekín, ya que la mayoría de sus reservas de moneda extranjera están principalmente en dólares.

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