martes, 17 de junio de 2008

Fernández Ordóñez alerta de que subidas salariales pueden acentuar el ajuste del empleo ante la desaceleración

MADRID.- El gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, defendió la necesidad de mantener una senda de moderación salarial y de los márgenes empresariales para preservar la competitividad de la economía española y limitar el alcance de su desaceleración, especialmente en el mercado de trabajo, máxime cuando "no cabe esperar" en el corto plazo una recuperación "significativa" de la productividad.

"El repunte de los costes laborales ha continuado en los primeros meses de 2008, lo que no está en consonancia con el cambio de fase cíclica que afronta la economía española, pues puede terminar incidiendo negativamente en las decisiones de contratación de las empresas, acentuando el ajuste del empleo cuando ésta tiende a desacelerarse", subrayó.

En su discurso ante el Consejo de Gobierno del Banco de España para presentar el informe anual de 2007, Fernández Ordóñez denunció que los sistemas vigentes de contratación temporal y de negociación colectiva presentan "rigideces" que obstaculizan la moderación de los salarios y que tienden a "descargar" la mayor parte del ajuste sobre el empleo temporal, donde se concentran los mayores márgenes de flexibilidad.

En su opinión, resulta "prioritaria" la búsqueda de fórmulas que permitan "recuperar la trayectoria de moderación salarial" que, apoyada por los agentes sociales, ha tenido en los últimos años buenos resultados para la creación de empleo.

Fernández Ordóñez sostiene que, en España, el aumento de la inflación tiende a trasladarse a los costes laborales debido a las cláusulas de revisión salarial, un rasgo que en épocas de bonanza económica se acomoda "sin grandes fricciones", pero que en una etapa de desaceleración como la actual puede resultar "más perjudicial" y desincentivar la creación de puestos de trabajo.

El gobernador del Banco de España señala además que los sistemas de indiciación salarial vigentes tienden a prolongar la incidencia de los "rebrotes inflacionistas", por lo que aboga por modificarlos y evitar así que el repunte transitorio de la inflación desvíe de forma duradera la pauta de moderación salarial.

Otras 'recetas' en el ámbito laboral por las que apuesta Fernández Ordóñez para impedir que el ajuste económico recaiga predominantemente sobre el empleo pasan por reformar la negociación colectiva, ligando los salarios a la productividad, y por reformar el modelo de contratación laboral para estimular el empleo estable e incrementar los incentivos a la búsqueda activa de empleo, a fin de que los cambios de sector o de localización no dificulten seriamente la reasignación de puestos de trabajo.

Para Fernández Ordóñez, las medidas que se adopten en el mercado laboral deben encuadrarse dentro de un marco de actuaciones generales que flexibilicen y liberalicen los mercados de bienes y servicios, incrementen su nivel de competencia y acaben con las trabas que entorpecen la creación de empresas.

Asimismo, resalta que la economía requiere de un mercado de vivienda en alquiler "suficientemente profundo", que dé satisfacción a la demanda residencial, complemente el mercado de la vivienda en propiedad y facilite la movilidad regional de los trabajadores.

Así, subraya que la reforma de algunas de las restricciones que obstaculizan el alquiler es aún más importante en la coyuntura actual, pues serviría para atenuar la magnitud del ajuste en el sector inmobiliario. "La mejora de la seguridad jurídica de la oferta de vivienda en alquiler y la eliminación de las restricciones a la duración de los contratos pueden introducir dosis de flexibilidad particularmente necesarias en esta fase de ajuste", asegura.

El gobernador del Banco de España reconoce en su discurso que la intensidad del ajuste económico está siendo más pronunciada de lo inicialmente esperado y añade que las perspectivas inmediatas apuntan a un crecimiento del PIB inferior a su potencial. Pese a este panorama, Fernández Ordóñez que la economía española dispone de "algunos soportes" que podrían amortiguar el descenso de la actividad a corto plazo y abrir el camino de una recuperación sostenible a medio plazo.

Así, subraya que las ganancias en flexibilidad logradas en los últimos años tanto en la estructura productiva como en la institucional y en los mercados permiten "albergar expectativas razonables" sobre la capacidad de la economía para absorber los desequilibrios y perturbaciones recientes.

En este punto, Fernández Ordóñez recuerda que un "diseño adecuado" del rumbo de la política económica en una tesitura como la actual situaría a la economía española en mejores condiciones para retornar a crecimientos elevados. El gobernador advierte de que la intensidad del ajuste y del tiempo necesario para recuperar esa senda dependerán no sólo de las turbulencias exteriores (petróleo, precio de los alimentos, mercados de capitales, etc.) sino también del esfuerzo de las administraciones públicas, en particular de las comunidades autónomas, y de los agentes sociales.

A su juicio, la coyuntura económica actual exige que la política económica persevere en la estabilidad macroeconómica y presupuestaria, en medidas para mejorar la competencia, en la movilidad de los factores de producción y en la flexibilidad de los mecanismos para fijar costes y precios, y "huya" de enfoques cortoplacistas, "que puedan retrasar los ajustes necesarios o incluso llegar a ser contraproducentes".

El gobernador del Banco de España afirma que la política fiscal dispone de "cierto margen" para contrarrestar la desaceleración gracias al superávit público, teniendo "pleno sentido" dejar actuar libremente a los estabilizadores automáticos. Por el contrario, Fernández Ordóñez apuesta por evitar "actuaciones discrecionales" de aumento del gasto público o de reducción de impuestos que pueden deteriorar permanentemente el saldo público y agotar el "margen de maniobra" disponible.

De esta forma, entiende que las medidas a adoptar deberían tener carácter selectivo e ir acompañadas de esfuerzos de contención en aquellas rúbricas presupuestarias susceptibles de rebajar costes. En este sentido, Fernández Ordóñez anima a las comunidades autónomas a realizar un "esfuerzo de racionalización del gasto" en esta nueva etapa, especialmente ante la "notable" caída de la recaudación de los impuestos cedidos, "que cabe esperar que continúe en los próximos meses".

El gobernador del Banco de España descarta además que, en el futuro inmediato, se produzcan correcciones "significativas" de los precios energéticos y de los alimentos, "que seguramente se mantendrán elevados". Aunque el "grueso" del repunte de la inflación tiene un origen externo, Fernández Ordóñez subraya que su evolución no puede considerarse como algo inevitable y fuera de la influencia de las autoridades.

Así, denuncia que el diferencial de precios de España con la UEM, situado de "forma persistente" en cerca de un punto porcentual, exige desde hace tiempo una corrección, más apremiante en la actual situación económica. A su juicio, los precios de los servicios representan el principal obstáculo para que la tasa de inflación española converja con la media europea.

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