domingo, 22 de junio de 2008

Liberan rutas y suspenden la huelga pero sigue la puja agraria en Argentina

BUENOS AIRES.- Las carreteras de Argentina quedaron liberadas ayer sábado y se reanudó la comercialización de granos para exportación, tras finalizar un lockout de 102 días de agricultores en rebeldía fiscal, aunque la puja por la millonaria renta de la soja seguirá en el Congreso.

"Ya está todo liberado (las rutas). Está el país como lo pidió el gobierno nacional. Espero que ahora el gobierno nacional y el Congreso, principalmente, estén a la altura" de las circunstancias, dijo Alfredo De Angeli, uno de los más radicalizados líderes de la protesta del agro.

Los productores rurales irán la semana próxima al Parlamento y planean instalar una carpa frente al Congreso en Buenos Aires para hacer oír su posición ante los legisladores.

Los parlamentarios deben tratar la semana próxima un proyecto oficial por el que se pretende ratificar por vía legislativa las controvertidas retenciones (impuestos) móviles a las exportaciones de granos (cereales y soja), que desataron la furia del sector agrario hace más de tres meses. "Queremos entrar al Congreso y debatir y decirles a los legisladores nacionales que (de aplicarse esos aranceles) para muchas provincias la agricultura es inviable", advirtió De Angeli.

Tras tensarse el conflicto en las carreteras y producirse caceroleos de protesta en ciudades del Argentina y coquetos barrios porteños, la presidenta Cristina Kirchner envió el martes el proyecto al Parlamento en un intento por descomprimir la situación.

Dirigentes rurales intentarán convencer a los parlamentarios de modificar el proyecto tributario, que rechazan por considerarlo confiscatorio, aunque temen que su aprobación se convierta en casi un trámite formal en virtud de la mayoría con que cuenta el Gobierno en ambas Cámaras legislativas.

No obstante, aún no está claro si el oficialismo podrá sumar los votos de sus diputados oriundos de las provincias de la rica Pampa húmeda que viven de la actividad agroindustrial o si tendrán votos disidentes y tampoco tiene una posición unánime la oposición.

La cosecha argentina de soja está valuada en unos 24.000 millones de dólares este año y el gobierno intenta recaudar unos 11.000 millones, con el argumento de que los destinará a la redistribución de la riqueza.

El prolongado lockout que culminó en la medianoche del viernes afectó las exportaciones, el abasto interno y comenzaba a provocar la suspensión de miles de trabajadores, por falta de insumos y materias primas.

Los productores mantuvieron bloqueos de carreteras y permanecieron a la vera de unas 300 carreteras desde mediados de marzo pasado, cuando el gobierno impuso en marzo el proyecto de impuestos flotantes, que establece un porcentaje creciente a medida que aumentan los precios internacionales de los granos.

Dirigentes de patronales del transporte también levantaron los cortes de carretera, que mantenían por considerarse daminificados por el lockout agrario. "El viernes mismo se cargaron camiones para transportar los granos. La gente está cargando. Se levantó todo", dijo Rubén Agugliaro, presidente de la Confederación Argentina del Transporte Automotor de Cargas (CATAC).

Supermercadistas, industriales y comerciantes confían en que a partir del lunes comience a normalizarse el abasto de insumos, materias primas y alimentos, aunque el largo conflicto podrá afectar el costo de vida, la mayor preocupación de los argentinos antes de desencadenarse el conflicto del agro.

El gobierno estima que la inflación anual de 2008 se ubicará por debajo del 10%, pero consultoras privadas y entidades de defensa del consumidor calculan que será de entre el 20% y el 30%.

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