sábado, 7 de junio de 2008

Los agricultores argentinos levantarán la huelga el lunes

BUENOS AIRES.- Los dirigentes rurales argentinos dijeron que levantarán desde el lunes la huelga que amenazaba con desabastecer de alimentos al país, pero el intento de una asociación civil de revivir el diálogo entre el sector y el Gobierno parecía destinado a fracasar.

La protesta del campo contra un nuevo esquema impositivo para las exportaciones agrícolas, que ya lleva casi tres meses, ha generado una crisis política, perjudicado a varios sectores de la economía y derrumbado la imagen de la presidenta, Cristina Fernández.

Ante la fuerte presión social por la escalada del conflicto, encarnada en llamamientos de sectores empresariales y hasta de la Iglesia Católica para que haya un acuerdo entre el campo y el Gobierno, los dirigentes decidieron levantar la huelga comercial.

"Se mantiene la no comercialización de granos para la exportación hasta el domingo 8 a las 24 horas (0300 GMT del lunes), momento a partir del cual permaneceremos en estado de alerta y movilización", dijeron las cuatro entidades en un comunicado.

"Ante la imperiosa necesidad de encontrar soluciones a los problemas que afectan a nuestro país, (el agro) se hace eco de los múltiples llamados y gestos tendientes a garantizar la paz social recibidos en los últimos días", agregó.

Añadieron que el lunes se sentarán en la mesa de negociación creada por la Defensoría del Pueblo de la Nación.

Pero tras conocerse el comunicado, el secretario de Agricultura, Javier De Urquiza, rechazó ese espacio de diálogo al decir a periodistas que "el Gobierno no acepta mediadores".

Mientras tanto, los miles de productores que bloquean caminos en todo el país, y que el viernes protagonizaron incidentes menores con camioneros, decidirán de forma autónoma el fin de semana si despejan o no las carreteras.

La protesta del agro buscaba sólo suspender la venta de granos, pero a lo largo de los días se complicó la situación porque cientos de transportistas, cansados de no poder trabajar por la huelga, comenzaron a cortar ellos mismos las carreteras, generando problemas de abastecimiento en todo el país.

Los productores rurales reclaman cambios en el sistema de impuestos a las exportaciones de granos y subproductos aplicado en marzo, que subió de hecho la tasa que paga la soja -el cultivo más importante del país-, pero el diálogo entre el Gobierno y el campo está roto desde hace semanas.

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