lunes, 7 de julio de 2008

La crisis energética dispara la demanda de electrónica de bajo consumo

SEÚL.- Estos días, cuando los clientes entran en las tiendas de electrónica, la primera pregunta que hacen es cuánta electricidad consumen el congelador, la lavadora o el portátil que están pensando comprar.

"El año pasado, el ahorro de energía no era precisamente un tema popular entre los clientes", comentó Kim Dong-han en una tienda de la cadena de electrónica surcoreana Hi-Mart. "Pero este año, nueve de cada diez personas van directos a si el producto les ayudará a ahorrar dinero".

Con el petróleo rondando los 145 dólares el barril y los precios de la electricidad disparándose, los consumidores están empezando a preocuparse por mantener bajas sus tarifas eléctricas. Y los fabricantes que desarrollan líneas de productos con un consumo energético eficiente y lo comercializan con eficacia pueden ganar terreno en una economía mundial sombría, según las empresas.

"Volverse 'verde' no es sólo ecológico, sino crucial para el negocio", dijo Kim Jik-soo, portavoz de LG Electronics. "Esto va más allá de los productos, extendiéndose hacia el proceso de desarrollo y fabricación".

Desde lavadoras que utilizan vapor en vez de agua caliente hasta neveras con compresores que emplean menos energía, pasando por pantallas de ordenador de bajo consumo, los fabricantes de electrónica luchan por desarrollar productos eficientes y apuestan fuerte por promocionar las líneas que ya tienen en el mercado y que utilizan menos electricidad que sus competidores.

Así, los encargados de las tareas domésticas compran cada vez más lavadoras de carga frontal, que a diferencia de las de carga superior utilizan la gravedad para mover el agua. Y los nuevos modelos de LG y Whirpool permiten utilizar vapor en lugar de agua caliente, reduciendo el consumo de agua y energía en más del 70 por ciento respecto a algunos modelos de carga superior.

Lo mismo ocurre con las neveras que renuevan sus modelos de compresores o con los ordenadores, que sustituyen las pantallas tradicionales por otras iluminadas con diodos (LED).

Sin embargo, con demasiada frecuencia estos productos de consumo eficiente tienen un precio considerable, que refleja el coste de desarrollar nuevas tecnologías, lo que a su vez complica una rápida adopción de las innovaciones.

Pero eso no disuade a los fabricantes, ya que según el analista de Forrester Christopher Mines, un producto con tecnología ecológica que establezca nuevos estándares y atraiga a los consumidores concienciados "tendrá una presencia icónica en el mercado si lo hace bien".

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