Mediante este programa se "ha incrementado el consumo de hortalizas", manifestó Adolfo Rodríguez, Jefe del grupo nacional de la Agricultura Urbana y quien compareció en la televisión cubana.
A diferencia de los métodos tradicionales de grandes fincas estatales y cooperativas en medio del campo, la agricultura urbana se convirtió en una verdadera solución para un país con pocos recursos económicos para comprar fertilizantes y combustible y con una población que vive en un 75% en las ciudades.
Según Rodríguez, el movimiento está integrado por pequeños propietarios, parceleros con espacios estatales en usufructo o cooperativistas, instalados en patios de casas y hasta canteros sobre arrecifes marinos.
Aunque comenzaron a trabajar en forma articulada en 1997, la actividad había sido impulsada desde comienzos de esa década en medio de una crisis económica que golpeó a la isla.
Indicó que por lo menos 5.000 basureros fueron convertidos en tierras de labor mediante este programa que se caracteriza además por el uso de abonos orgánicos.
Un informe reciente de la Oficina Nacional de Estadísticas mostró que más del 50% de la tierra agrícola en Cuba está ociosa o subexplotada, un indicador que creció un 9% en sólo cinco años.
El presidente Raúl Castro reconoció recientemente la gravedad del problema y exhortó a sus compatriotas a revertir la situación, citando inclusos los éxitos de la agricultura urbana.
En 2007 se produjeron 1,4 millones de toneladas de hortalizas y condimentos sólo en organopónicos y huertos intensivos, sin contabilizar lo obtenido en microhuertos caseros que no se recogen en la estadística oficial.
El sector generó 300.000 empleos y favorece la comercialización pues los productos pues estos se venden frescos en pequeños puestos en barrios de las ciudades y poblados.
"Ha demostrado ser una forma viable de acercar la producción a los consumidores", indicó la ministra interina del sector, María del Carmen Pérez.
Comentó que entre los retos que aún debe superar el movimiento se encuentra estabilizar los precios y el suministro de vegetales, dos temas de queja entre la población.
Otro aspecto por revertir es la producción de semillas, que se entregan a los productores y deben ser compradas por el país en el extranjero cuando podrían ser generadas aquí.
la ministra señaló que el abono orgánico, vital para el sector, "es insuficiente y no siempre se produce donde lo necesitamos, uno de los costos mayores es la transportación".
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