martes, 8 de julio de 2008

Siemens sacrifica 16.750 empleos en una histórica reestructuración

BERLÍN.- El gigante industrial Siemens, tercera empresa alemana, sacrificará 16.750 empleos en una histórica reestructuración que podría convertirse en una guerra abierta entre el patrón del grupo, Peter Loscher, y los sindicatos.

Este martes, el gigante confirmó cifras que desde hacía algunas semanas circulaban en la prensa.

Del total de empleos suprimidos, 16.750, en Alemania serán 5.250, precisó el grupo en un comunicado, aclarando que puestos de responsabilidad también forman parte de la lista.

La gran mayoría de los puestos de trabajo que se suprimirán pertenecen al sector de administración y servicios de gestión, indicó el grupo tecnológico alemán.

Los otros recortes son "medidas de reestructuración" en varias divisiones, que afectan las actividades de producción, indicó Siemens.

El grupo venderá su actividad de montaje y servicios industriales (SIMS), que emplea a 1.200 personas.

La empresa, que no descartó despidos a secas como "último recurso", indicó que aún tiene que discutir el plan de aplicación de la supresión de empleos con los representantes de personal.

Siemens, uno de los mayores grupos en Alemania con 130.000 asalariados en este país, emplea a unas 400.000 personas en todo el mundo.

Al frente del grupo desde hace un año, el austríaco Peter Loscher justificó en un discurso esta reestructuración histórica por el "retraso" del grupo alemán frente a sus grandes rivales internacionales, como la estadounidense General Electric.

Loscher fijó como objetivo un recorte de 1.200 millones de euros antes de 2010 de los gastos de administración y gestión de Siemens.

El patrón de Siemens no precisó, sin embargo, cuánto costará la reestructuración.

Loscher, otrora responsable en General Electric, formado en la cultura de una empresa anglosajona, empezó a modernizar este conglomerado alemán de 160 años a marchas forzadas.

Una voluntad de cambio que surgió tras un gigantesco escándalo de corrupción en el seno del grupo, que puso en evidencia una estructura muy compleja.

Hasta ahora, Siemens cifró en 1.300 millones de euros el fraude descubierto en malversación de fondos para pagar sobornos y obtener jugosos contratos internacionales.

Loscher debe además corregir la mala gestión en algunas de las mayores obras en curso.

Pero los métodos de Loscher, el primer patrón de Siemens que no procede del interior de la empresa, no siempre son bienvenidos.

Los sindicatos no apreciaron una reciente entrevista en la cual el presidente afirmó que Siemens es una empresa "demasiado alemana". Loscher anunció además que tiene intenciones de terminar con los puestos de trabajo superfluos en la dirección.

Werner Neugebauer, responsable del poderoso sindicato IG Metall, calificó de "inaceptable" y "completamente exagerado" el plan presentado este martes, antes de subrayar que "la situación financiera de Siemens es buena y sus carnés de pedidos están llenos".

En el ejercicio fiscal 2006-2007, Siemens registró un beneficio neto de 4.000 millones de euros y lanzó un vasto programa de remuneración de los accionistas.

Neugebauer pidió a la dirección que no lleve a cabo su programa de despidos y advirtió que "si resulta necesario, no descartamos una movilización". En otras palabras, una huelga no sería imposible.

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