jueves, 10 de julio de 2008

El G8 incluye a EEUU en promesas sobre el clima pero no convence a los países emergentes

TOKIO.- Los líderes de ocho de los países más ricos del mundo lograron avanzar en la lucha contra el cambio climático esta semana en las montañas del norte de Japón al incluir a Estados Unidos en sus promesas, pero no pudieron convencer a los grandes países emergentes.

El G8 se comprometió en Japón a reducir en al menos un 50% sus emisiones de gases con efecto invernadero para 2050, un avance fundamental para poder negociar un pacto climático mundial que reemplace el Protocolo de Kioto tras su vencimiento en 2012. El año pasado, en su cumbre de Heiligendamm (Alemania), los líderes de Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Italia, Japón y Rusia sólo se habían comprometido a "considerar seriamente" este objetivo.

Esta fue también la primera vez que Estados Unidos -que nunca se adhirió al Protocolo de Kioto- adoptó una meta de reducción de emisiones contaminantes. Pero los líderes del G8 no lograron que cinco grandes países emergentes -China, India, Brasil, México y Sudáfrica, nucleados en el G5- se sumaran a su promesa, aunque acordaron reducir sus emisiones contaminantes a largo plazo, sin fijar porcentajes ni fechas.

"Evidentemente, constituye un paso adelante. Pero debemos ir más lejos", pidió el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, que participó en el diálogo sobre clima en Toyako. Los compromisos del G8 podrían "ser considerados como un paso más, pero no como el paso definitivo", sostuvo en España el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, cuyo país no integra el G8.

La reunión sobre clima entre el G8, el G5 y otros tres países (Indonesia, Australia y Corea del Sur) fue "un pequeño paso adelante", estimó Phil Clapp, de la ONG estadounidense Pew Center.

Para el presidente estadounidense, George W. Bush, que deja el poder en enero, "era ahora o nunca", añadió. "Al menos todos los países se pusieron de acuerdo para que el nuevo tratado internacional (post-Kioto) comprenda objetivos de reducción a largo plazo. No podíamos esperar más aquí", dijo.

El acuerdo entre estas 16 economías, que generan un 80% de las emisiones contaminantes del planeta, allana el camino para la conferencia de la ONU sobre clima que tendrá lugar en diciembre de 2009 en Copenhague.

Pero otros no ocultaron su decepción, especialmente con la decisión de los más ricos de no fijar metas concretas de reducción de gases a medio plazo (2020), tal como pedían los emergentes. El G5 reclamaba al club de los más ricos reducir sus emisiones contaminantes entre un 80% y un 95% para 2050 (en vez de sólo un 50%), y comprometerse a bajar del 25% al 40% sus emisiones para 2020.

"En los asuntos que importan, como las metas de reducción de emisiones de los países ricos para 2020, la declaración es mortalmente silenciosa", lamentó Daniel Mittler, de Greenpeace.

Los emergentes exigen a los países ricos asumir su responsabilidad histórica en la contaminación del planeta y se niegan a adoptar las mismas metas, que en su opinión perjudican sus posibilidades de desarrollo. "Lo que China hace hoy los ingleses ya lo hicieron durante la Revolución Industrial, en el siglo XVIII", dijo el presidente brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva.

"Quienes tienen que pagar la factura son los responsables por ya haber emitido mucho dióxido de carbono", sostuvo. China es el mayor emisor mundial de gases contaminantes, detrás de Estados Unidos. Brasil ocupa el cuarto lugar.

El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, pidió no considerar el asunto como "una confrontación entre países desarrollados y en desarrollo" y reclamó a los emergentes "reconocer que no existe una contradicción entre crecimiento económico y reducción de emisiones".

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