jueves, 10 de julio de 2008

Bernanke y Paulson afirman que puede permitirse la caída de entidades financieras para promover la disciplina

WASHINGTON.- Los máximos responsables de la economía de la primera potencia mundial, el presidente de la Reserva Federal, Ben S. Bernanke, y el secretario del Tesoro, Henry Paulson, atizaron hoy los temores del sector financiero al afirmar en sendas declaraciones ante el Comité de Servicios Financieros que "debe permitirse la caída de instituciones financieras" para promover la disciplina del mercado y la gestión del riesgo.

El presidente del banco central de EEUU afirmó que el objetivo no consiste solamente en mejorar la capacidad del sistema financiero para resistir futuras crisis, sino también en mitigar la cuestión del riesgo moral y el problema de entidades "demasiado grandes como para dejarlas caer", mediante la reducción del rango de circunstancias bajo las que se justifique la intervención gubernamental.

En la misma línea se expresó el secretario del Tesoro, quien afirmó que "asegurar la estabilidad del sistema financiero es de lejos la principal prioridad", aunque advirtió de que para que la disciplina del mercado sea efectiva, los partícipes "no deben esperar que los préstamos de la Fed o cualquier otra ayuda por parte del Gobierno este facilmente disponible"

"Conozco de primera mano que el acceso normal o incluso la presunción de una labor de contención por parte del Gobierno tiene el potencial de modificar el comportamiento de las instituciones financieras", dijo Paulson, quien aseveró que "debe permitirse caer a las entidades financieras".

No obstante, el responsable del Tesoro estadounidense reconoció que la caída de algunas instituciones podría tener un "impacto sistémico" por lo que señaló que la semana pasada presentó una serie de propuestas para crear un proceso resolutorio que garantice que el sistema financiero pueda soportar la caída de grandes y complejas firmas financieras.

En este sentido, Bernanke solicitó al Congreso nuevas herramientas que garanticen la liquidación ordenada de aquellas firmas con importancia sistémica que estén al borde de la quiebra, así como el establecimiento de un proceso más formal para decidir cuando utilizar dichas herrmientas.

Por otro lado, el secretario del Tesoro salió al paso de los comentarios acerca de la posible insolvencia de las agencias de garantía hipotecaria patrocinadas por el Gobierno, Fannie Mae y Freddie Mac, al afirmar que "sus reguladores han dicho claramente que ambas están adecuadamente capitalizadas".

La semana pasada, el banco de inversión Lehman Brothers advirtió de que ambas entidades podrían necesitar una inyección de hasta 75.000 millones de dólares (47.555 millones de euros) para hacer frente a los cambios en su normativa contable.

Sin embargo, pese a las palabras de Paulson, los títulos de Freddie Mac perdían un 22,22% en Wall Street y acumulan un descenso del 76,5% desde principios de año, mientras que Fannie Mae cedía un 11,76% y pierde un 66% de su valor desde enero.

Por su parte, las acciones del banco de inversión Lehman Brothers llegaron a perder un 19% tras las declaraciones de Paulson y Bernanke, aunque posteriormente recuperaban terreno y sólo cedían un 8,41%, arrastradas por los temores de los inversores que consideran al cuarto banco de inversión de EEUU como la institución más débil tras las inesperadas pérdidas de 2.774 millones de dólares (1.790 millones de euros) registrades por la entidad en el segundo trimestre de su ejercicio fiscal.

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