jueves, 24 de julio de 2008

Brasil eleva la tasa de interés ante riesgos de inflación

SAO PAULO.- El Banco Central aumentó la tasa clave de interés en Brasil en tres cuartos de punto a 13% en medio de temores de un recrudecimiento de la inflación y dejando en clara evidencia su preocupación con la trayectoria de la inflación en lo que resta de 2008.

"En vista del escenario macroeconómico y para que la inflación corresponda con los objetivos (establecidos), el Comité de Política Monetaria del Banco Central decidió unánimemente incrementar la tasa de interés a 13% anual", dijo la institución en un comunicado.

El gobierno elevó recientemente de 4,5% a 6% su proyección de inflación para el 2008.

Fue el tercer aumento consecutivo. Los dos anteriores fueron de medio punto porcentual.

En una breve nota oficial, el Comité de Política Monetaria (Copom) explicó que con un aumento más acentuado de la tasa Selic pretende "promover gradualmente la convergencia de la inflación con la trayectoria de las metas" adoptadas por las autoridades económicas.

La decisión del Copom, adoptada por unanimidad, no causó sorpresa, ya que los analistas esperaban un aumento de entre 0,50 y 0,75 punto porcentual por la persistencia de la presión inflacionaria.

No obstante, expertos ven en el fuerte reajuste un reconocimiento de que los dos aumentos anteriores de 0,50 puntos no lograron modificar el rumbo de la inflación.

"El BC está diciendo que la dosis anterior no fue suficiente y que se tornó necesario elevarla", estimó Carlos Ercolin, director de economía de la Asociación Nacional de Ejecutivos de Finanzas (Anefac).

El experto recordó que la meta inflacionaria del Gobierno de 4,5% al año tiene "dos puntos de variación. Quiere decir que una inflación de 6,5% sería el techo de la meta oficial, pero todo indica que el índice cerrará el año por encima de ese nivel".

Con la decisión del miércoles, el BC parece haberse "concentrado en hacer que la inflación cierre el año alrededor del techo de la meta, ya que el centro de esa meta es ya inalcanzable", señaló Ercolin.

Principalmente impulsada por los precios de los alimentos, la inflación brasileña comenzó a dispararse a fines de 2007.

Según el sondeo semanal del Banco Central, el mercado espera que el índice inflacionario cierre el año a 6,53%. En ese sentido, la entidad ha reiterado que estará alerta y "sabrá responder con vigor a los cambios en la inflación", para impedir que se descontrole.

Por su parte, las principales asociaciones de industriales brasileñas criticaron la medida, temerosas de un impacto negativo en el crecimiento económico, estimado para cerrar 2008 en el 4,8% (4% en 2009) en Brasil.

Para la Confederación Nacional de la Industria (CNI), una "política monetaria gradual es la más eficaz para coordinar las expectativas de alza de precios". Esto "resultará en mayores daños al propio proceso de crecimiento económico", deploró en una nota.

La Federación de Industrias del Estado de Sao Paulo (Fiesp) fustigó la falta de coordinación de las políticas monetaria y fiscal: "¿De qué sirve subir intereses si el gobierno no controla los gastos públicos?".

A su vez, la Federación de Comercio de Sao Paulo (Fecomercio-SP) minimizó los efectos al destacar que este nuevo ciclo "representará el fin de un período de crecimiento robusto" de la economía que pasará a ser "mediocre".

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