jueves, 31 de julio de 2008

Buscando a Tintín... en Bruselas


BRUSELAS.- Seguramente el castillo de Moulinsart estaba en algún lugar de Valonia, pero Bruselas es sin duda la ciudad de Tintín. Y no sólo porque en algunos de sus anticuarios todavía se pueden encontrar viñetas originales con la firma de Hergé, sino también porque en la ciudad se le venera y se localizan algunos escenarios de sus mejores aventuras.

Por ejemplo, todo el mundo sabe que El secreto del unicornio y El tesoro de Rackham el Rojo comienzan en el mercadillo de la Place du Jeu de Balle. También es evidente que el profesor Alambique pierde su pañuelo en El cetro de Ottokar junto a la fachada del Palacio Real o que la casa sobre la que cae una bola de fuego con la maldición de Rascar Capac está en la avenida Delleur.

No es difícil, pues, encontrar la huella de Tintín en Bruselas. Además, el negocio de la tintinmanía se encarga permanentemente de recordar que Bruselas es la ciudad de Hergé y la capital favorita de sus inspiraciones.

La boutique Tintín, los paseos guiados en busca de sus famosas andanzas y una buena parte del contenido del Centro Belga del Cómic son destinos suficientemente obligados para los mitómanos de un personaje que reflejó en las ya míticas viñetas buena parte de las paradojas y contradicciones de la historia del siglo XX.

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