A pesar de haber confirmado su presencia en la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos del próximo 8 de agosto, China reprocha todavía al presidente galo, Nicolas Sarkozy, sus comentarios sobre la crisis tibetana y su actitud hacia el Dalai Lama, que tiene previsto visitar Francia en agosto.
Este último boicot dirigido ahora a las empresas francesas que quieran invertir en el gigante asiático se une al que sufrió hace meses la cadena de distribución comercial francesa Carrefour y a una campaña organizada contra el turismo en Francia.
Así, los abogados occidentales que han intentado estos últimos días registrar sus sociedades en la ciudad de Beijing han recibido una negativa como respuesta. "Nos dicen que el expediente está perfectamente cumplimentado, pero que no se aprobará porque la empresa es francesa", aseguran al diario galo expertos radicados en la capital china.
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