martes, 22 de julio de 2008

El alza de precios de los alimentos no redujo subsidios en Europa y EEUU

GINEBRA.- El alza de los precios de los alimentos debería facilitar un acuerdo agrícola entre los miembros de la Organización Mundial del Comercio (OMC), pero los países industrializados se resisten a reducir los subsidios que centran las discusiones de Ginebra.

"La crisis alimentaria dio nuevas energías a los dos bandos", comentó el director general de la OMC, Pascal Lamy, antes de la reunión ministerial que se inició el lunes.

Los países en desarrollo consideran que los agricultores de los países ricos deberían estar satisfechos con las cotizaciones de las materias primas y por lo tanto menos necesitados de subsidios. Pero los defensores de las subvenciones alegan que hoy es más necesario que nunca asegurar la independencia alimenticia de los países del Norte, explica Lamy.

La escalada de los precios de los alimentos, superior a un 40% en los últimos dos años, desencadenó motines en varios países en desarrollo.

La lucha contra los subsidios apunta directamente a la Unión Europea (UE) y Estados Unidos.

"La carne vacuna exportada (por Europa) a África es más barata que la que se produce allí. Eso contribuyó a la erosión de la agropecuaria africana", afirma Patrick Messerlin, economista de la Universidad de Ciencias Políticas de París.

En Estados Unidos, el monto de las ayudas a los agricultores está vinculado a las cotizaciones mundiales. Un alza del precio de los víveres debería permitir, en teoría, disminuir los subsidios de los agricultores con mayores ingresos.

"Si los precios se mantienen altos, Estados Unidos podrá adaptarse a los nuevos compromisos de la OMC sobre los subsidios directos, realizando ajustes modestos de sus políticas internas", escriben los analistas del Centro Internacional por el Comercio y el Medio Ambiente Sustentables (ICTSD), una organización no gubernamental con sede en Ginebra.

Sin embargo, la nueva ley agrícola estadounidense (Farm Bill), aprobada en junio por el Congreso, prevé desembolsar subsidios agrícolas por 290.000 millones de dólares.

En Europa, los subsidios no se deciden según las variaciones del mercado, sino que se calculan sobre el periodo de referencia 2000-2002, cuando los precios estaban en sus mínimos. Por eso las sumas distribuidas siguen siendo las mismas, pese al mercado floreciente.

"Los subsidios son tanto más ilegítimos cuanto más nos alejamos del período de referencia", apunta Messerlin, y añade que el alza de precios de los alimentos "debilita la línea de defensa" de los agricultores europeos en las negociaciones de la OMC.

El proyecto en discusión en Ginebra prevé un recorte del 50% al 85% -según las distorsiones que causen en el comercio mundial- de los subsidios otorgados por los países desarrollados.

La Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) evalúa en 214.000 millones de euros el total de los subsidios vertidos anualmente a los agricultores de sus 36 países miembros (los de mayor desarrollo del mundo).

La Unión Europea es de lejos la potencia más pródiga en subsidios, con 110.000 millones de euros otorgados en 2006, por delante de Japón (32.000 millones), Estados Unidos (23.000 millones) y Corea del Sur (20.000 millones).

El alza de precios en los países que otorgan subsidios provocó por otra parte una reacción inesperada de países productores, como India o Egipto, que llegaron a restringir sus exportaciones agropecuarias para evitar la escasez en sus mercados internos.

El comisario europeo de Comercio, Peter Mandelson, fustigó ese tipo de medidas, que dan la "ilusión de la seguridad alimentaria".

El presidente francés, Nicolas Sarkozy, salió en defensa de los subsidios.

"En un mundo en el que hay 800 millones de personas que pasan hambre, en el cual un niño muere de hambre cada treinta segundos, no me harán aceptar la reducción de la producción agrícola en el altar del liberalismo mundial", declaró.

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