La caída del índice refleja el incremento de los riesgos a nivel global para la actividad económica. En concreto, el instituto germano destaca que el elevado precio del petróleo, la fortaleza del euro, que hoy estableció un nuevo récord frente al dólar, la crisis de EEUU, la reciente subida de tipos del BCE y la debilidad de la demanda doméstica deberían afectar negativamente a las empresas en los seis próximos meses.
"Los actuales problemas de los bancos hipotecarios en EEUU constatan que la crisis financiera no ha terminado. Naturalmente, esto ha reforzado las preocupaciones de los expertos financieros respecto a la evolución de la economía en Alemania en el próximo año.
Asimismo, las distintas informaciones referentes a un posible crecimiento negativo de la economía alemana en el segundo trimestre del año podría haber lastrado el sentimiento de los expertos", afirmó el presidente del ZEW, Wolfgang Franz.
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