jueves, 10 de julio de 2008

Fomento del Trabajo estima "grave" la crisis y propone que el ciudadano pague algunos servicios públicos

BARCELONA.- El presidente de la patronal Fomento del Trabajo, Joan Rosell, aseguró que la situación económica es "grave" y propuso una batería de medidas para afrontarla, entre las que destaca el pago de algunos servicios públicos por parte del beneficiario.

Rosell planteó la aplicación de un ticket sanitario y educativo como medida para contener el gasto público (como ejemplo citó el gasto en medicación con un pequeño coste para el beneficiario), puesto que advirtió que este "no puede ser infinito" y apostó por dialogar sobre estos aspectos, aunque no gusten.

Además, pidió a la Administración que de "aire" a las empresas para que lleven a cabo su actividad en este contexto. "No queremos subvenciones, pero tampoco que nos aprieten con según qué regulaciones", afirmó.

Entre las medidas planteadas también apostó por una modificación de la ley de huelga, que tildó de "muy antigua", para evitar que se den situaciones innecesarias como la ocurrida durante el paro del transporte, en el que muchas empresas "tuvieron pérdidas que no pueden volver a producirse".

Rosell insistió en la importancia que cobran en este contexto económico los acuerdos por la vía política, que calificó de "imprescindibles" y pidió a los partidos que no utilicen la economía para sus enfrentamientos.

"Cuando el Estado no puede optar por devaluaciones ni jugar con los tipos de interés, la unidad de todos los partidos políticos y empresarios es importante" como vía para salir de la situación, añadió el responsable de la organización empresarial.

La patronal también apuesta por cambios en la conducción de los asuntos públicos (reducción de los plazos de pago a empresas y mejor regulación), medidas fiscales, compromisos de buenas prácticas y apuestas "decididas" por la formación, entre otras.

Rosell recordó el papel "vital" que debe jugar el sector público para salir de la crisis, puesto que insistió en que es el responsable del 50% del Producto Interior Bruto (PIB), y lamentó que la gestión durante los años de superávit no ha sido "la más eficiente".

Así, criticó una gestión "laxa" de los recursos por parte de las administraciones en la última década, en la que se siguió la política de "poner dinero donde había agujeros". "El superávit hubiera podido ser aún superior", concluyó.

No obstante, Rosell animó a no caer en el "catastrofismo" y recordó que las anteriores crisis económicas del 81 y el 93 fueron "peores" porque España no estaba igual de preparada que ahora. "Si repetimos tanto que hay crisis, al final caeremos en la crisis psicológica", advirtió, y abogó por "trabajar más duro que los demás si queremos estar por encima".

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