miércoles, 2 de julio de 2008

La ONU receta inversión agrícola contra la inseguridad económica

NUEVA YORK.- Presionar a los países en desarrollo para que abran sus mercados antes de que consoliden sus sectores agrícolas e infraestructuras rurales es una política errónea que compromete la seguridad de la economía mundial, según la ONU, que propone aumentar la inversión pública en agricultura.

"Los mercados no pueden ser abandonados a sí mismos a la hora de garantizar niveles adecuados y deseados de seguridad económica", indica el Informe Mundial Económico y Social 2008.

"Esa carencia se ha convertido en un factor desestabilizador para una cuestión básica en materia de seguridad personal y social, como es la capacidad de un país para alimentar a sus ciudadanos", agrega el informe, que recomienda otras medidas: "Intervenciones estratégicas integradas e inversiones públicas en agricultura, así como un mejor equilibrio de políticas económicas y sociales".

Mientras que la inseguridad económica es más sensible en los países pobres, los países desarrollados también se ven afectados por "desigualdades crecientes, endeudamiento y falta de respaldo social", agrega el documento. Por eso preconiza limitar los movimientos de péndulo de los ciclos económicos, reducir el endeudamiento y la dependencia de instrumentos financieros para alentar el crecimiento, adoptar políticas microeconómicas adaptadas a las prioridades de cada país y revitalizar el multilateralismo.

El informe destaca además que la práctica de acumular reservas masivas en divisa extranjera como garantía cuesta 100.000 millones de dólares anuales a los países en desarrollo. Recomienda colocar las reservas en fondos extranjeros más productivos y, especialmente, utilizar esos fondos para invertir directamente en proyectos de desarrollo en otros países.

La publicación del informe coincidió con una reunión anual de alto nivel del Consejo Económico y Social (ECOSOC), inaugurada el martes en la sede de la ONU en Nueva York y que se prolongará hasta el 3 de julio. Unos 500 participantes examinan la evolución de la economía mundial y sus consecuencias, de cara a los objetivos de reducción de la pobreza de la ONU.

El secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, que se encuentra de gira por Asia, dijo en un mensaje transmitido a los participantes que la ONU ha alcanzado "un momento crítico" en la implantación de su agenda de desarrollo.

"Ningún orden social o económico es seguro si no beneficia a una mayoría", dijo Ban, que al mismo tiempo insistió en la importancia y los beneficios de la globalización. "También debemos cuidarnos de los riesgos de una reacción contra la globalización, que podría comprometer severamente las oportunidades y beneficios de un mundo mejor integrado", advirtió.

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