jueves, 31 de julio de 2008

Lamy dice que "no hay que quedarse aquí" tras fracasar la negociación en la OMC

PARÍS.- El director general de la Organización Mundial de Comercio (OMC), Pascal Lamy, aseguró este jueves que "no hay que quedarse aquí" tras el fracaso de las negociaciones sobre la liberación del comercio mundial y precisó estar "al servicio" de los miembros de la organización.

"Estamos decepcionados por no haberlo logrado", reconoció Lamy en una entrevista a la cadena de televisión pública francesa France 2. "Los miembros están decepcionados pero no desanimados", añadió.

Interrogado sobre si las negociaciones podrán continuar, pese al desacuerdo por las subvenciones agrícolas y por el mecanismo de salvaguardia, Lamy aseguró que "es un poco pronto para decirlo".

"No voy a decir que las negociaciones se retomarán pronto porque no estoy seguro, pero tampoco diré que no pueden reanudarse porque ellos (los países miembros de la OMC) desean retomarlas. Deben expresarse claramente y yo estoy a su servicio", explicó.

"Debo escuchar a unos y otros, consultar un cierto número de jefes de Estado, de ministros, pero el sentimiento colectivo es el de que no hay que quedarse aquí", enfatizó.

Sobre su futuro al frente de la OMC -su mandato expira el año próximo-, Lamy aseguró que "es un poco pronto para responder a esta cuestión".

"Yo estoy ahí para escuchar lo que dicen los miembros de la OMC y si me dicen, como fue el caso de ayer (durante una asamblea general) 'tómese tiempo para reflexionar y, sobre todo, no abandone', pues no abandonaré", respondió.

Lamy destacó que tras constatar el fracaso de las negociaciones, los miembros de la OMC se comportaron adecuadamente y "comedidos", sin imputarse la responsabilidad del fracaso entre ellos.

"Lo interpreto como un sentimiento común de que hay un paquete (de propuestas) sobre la mesa y que no hay que dañarlo", destacó.

En declaraciones a la emisora de radio France Inter, Lamy reconoció que si la Ronda de Doha fracasa finalmente, "los africanos serían las primeras víctimas, puesto que encima de la mesa hay para ellos buenas noticias referentes a sus exportaciones, como la supresión de una gran parte de las subvenciones estadounidenses y europeas".

"Esta vez, los países en desarrollo quieren reequilibrar las reglas, especialmente en materia de subvenciones agrícolas, ya que estiman, justamente, que son herederos de un pasado donde las antiguas potencias coloniales llevaban la voz cantante y no ellos", justificó el director general.

Preguntado sobre si las críticas del presidente francés, Nicolas Sarkozy, habían impedido el éxito de las negociaciones en Ginebra, Lamy aseguró que éstas fracasaron al final "por un tema en el que los europeos no estaban implicados" de manera directa.

"La verdad es la que es: cuando los europeos están unidos, son fuertes, cuando están desunidos, son débiles, pero no me corresponde a mí juzgar lo que pasa en la familia europea", valoró.

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