martes, 8 de julio de 2008

Las tres crisis / Ignacio Ramonet

No había ocurrido jamás. Por vez primera en la historia económica moderna, tres crisis de gran amplitud -financiera, energética, alimentaria- están coincidiendo, confluyendo y combinándose. Cada una de ellas interactúa sobre las demás. Agravando así, de modo exponencial, el deterioro de la economía real.

Por mucho que las autoridades se esfuercen en minimizar la gravedad del momento, lo cierto es que nos hallamos ante un seísmo económico de inédita magnitud. Cuyos efectos sociales apenas empiezan a hacerse sentir y que detonarán con toda brutalidad en los meses venideros. Lo peor nunca es seguro y la numerología no es una ciencia exacta, pero el año 2009 bien podría parecerse a aquel nefasto 1929...

Como era de temer, la crisis financiera sigue agudizándose. A los descalabros de prestigiosos bancos estadounidenses, como Bear Stearns, Merrill Lynch y el gigante Citigroup, se ha sumado el desastre reciente de Lehman Brothers, cuarta banca de negocios que ha anunciado, el pasado 9 de junio, una pérdida de 1.700 millones de euros. Por ser su primer déficit desde su salida en Bolsa en 1994, esto ha causado el efecto de un terremoto en una América financiera ya violentamente traumatizada.

Cada día se difunden noticias sobre nuevos quebrantos en los bancos. Hasta ahora, las entidades más afectadas han reconocido pérdidas de casi 250.000 millones de euros. Y el Fondo Monetario Internacional estima que, para salir del desastre, el sistema necesitará unos 610.000 millones de euros (o sea, el equivalente de ¡dos veces el presupuesto de Francia!).

La crisis comenzó en Estados Unidos, en agosto de 2007, con la morosidad de las hipotecas de mala calidad (subprime) y se ha extendido por todo el mundo. Su capacidad de transformarse y de extenderse mediante la proliferación de complejos mecanismos financieros hace que esta crisis se asemeje a una epidemia fulminante imposible de atajar.

Las entidades bancarias ya no se prestan dinero. Todas desconfían de la salud financiera de sus rivales. A pesar de las inyecciones masivas de liquidez efectuadas por los grandes bancos centrales, nunca se había visto una sequía tan severa de dinero en los mercados. Y lo que más temen algunos ahora es una crisis sistémica, o sea que el conjunto del sistema económico mundial se colapse.

De la esfera financiera la crisis se ha trasladado al conjunto de la actividad económica. De golpe, las economías de los países desarrollados se han enfriado. Europa (y en particular España) se halla en franca desaceleración, y Estados Unidos se encuentra al borde de la recesión.

Donde más se está notando la dureza de este ajuste es en el sector inmobiliario. Durante el primer trimestre de 2008, el número de ventas de viviendas en España cayó el ¡29%! Cerca de dos millones de pisos y de chalets no encuentran comprador. El precio del suelo sigue desmoronándose. Y el alza de los intereses hipotecarios y los temores de recesión hunden el sector en una espiral infernal. Con feroces efectos en todos los frentes de la enorme industria de la construcción. Todas las empresas de estas ramas se ubican ahora en el ojo del huracán. Y asisten impotentes a la destrucción de decenas de miles de empleos.

De la crisis financiera hemos pasado a la crisis social. Y vuelven a surgir políticas autoritarias. El Parlamento Europeo ha aprobado, el pasado 18 de junio, la infame "directiva retorno" (1). Y las autoridades españolas ya han proclamado su voluntad de favorecer la salida de España de un millón de trabajadores extranjeros...

En medio de esta situación de espanto se produce el tercer choque petrolero. Con un precio del barril en torno a los 140 dólares. Un aumento irracional (hace diez años, en 1998, el barril costaba menos de 10 dólares...) debido no sólo a una demanda disparatada sino, sobre todo, a la acción de muchos especuladores que apuestan por el alza continua de un carburante en vías de extinción. Los inversores huyen de la burbuja inmobiliaria y desplazan masas colosales de dinero porque apuestan ahora por un petróleo a 200 dólares el barril. Se está así produciendo una financiarización del petróleo.

Con las consecuencias que vemos: formidable subida de los precios en las gasolineras, y estallidos de ira por parte de pescadores, camioneros, agricultores, taxistas y todos los profesionales más afectados. En muchos países, mediante manifestaciones y enfrentamientos, estas profesiones reclaman a sus Gobiernos ayudas, subvenciones o reducciones de la fiscalidad.

Por si todo este contexto no fuese lo bastante sombrío, la crisis alimentaria se ha agravado repentinamente y ha venido a recordarnos que el espectro del hambre sigue amenazando a casi mil millones de personas. En unos cuarenta países, la carestía actual de los alimentos ha provocado levantamientos y revueltas populares.

La Cumbre de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) del pasado 5 de junio en Roma sobre la seguridad alimentaria fue incapaz de alcanzar un acuerdo para relanzar la producción alimentaria mundial. También aquí, los especuladores en fuga del desastre financiero tienen una parte de responsabilidad porque apuestan por un precio elevado de las futuras cosechas. De modo que hasta la agricultura se está financiarizando.

Éste es el saldo deplorable que deja un cuarto de siglo de neoliberalismo: tres venenosas crisis entrelazadas. Va siendo hora de que los ciudadanos digan: "¡Basta!".

Notas:
(1) Sami Naïr, "Europa se blinda ante los inmigrantes", El País, Madrid, 18 de junio de 2008.

7 comentarios:

  1. yo veo 5

    1 personal --> si deves 1000 euros el problemas es tuyo si deves 200000 euros el problema es del banco

    2 energetica --> adios pretoleo hemos abusado de ti como nunca

    3 alimentaria --> menos adricultores y encima tenemos que alimentar el coche con cereal

    4 monetaria --> la economia mundial decendera y las monedas virtual de los banco se ira con la economia

    5 medioambiental --> somos demaciado para el planera y el planera algun dia respondera a su manera

    que todos tegais un buen dia

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  2. se veía venir y nadie hizo nada

    Todos a llenar el bolsillo, hasta que se rompe

    Lo peor, es que los ricos seguiran siendo ricos y los pobres serán más pobres

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  3. Una triple crisis que nos va a afectar a todos de alguna manera, pero que a los padres de la siguiente generación, a los de treintaytantos, nos puede arruinar la vida. Como si no tuvieramos suficiente con asumir que no habrá quien nos pague las pensiones y que el que no consiga un patrimonio vivirá en la miseria...

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  4. Parte de la culpa de todo esto la tiene precisamente esa generación de los treintaytantos, así como la siguiente, la de los cuarentaytantos. Ante sus ojos cayó el muro de Berlín y el mundo pasó del acojone de la Guerra Fría al neoliberalismo desmedido que al final ha desembocado en esto. Y nadie dice nada, nadie protesta. Todo el mundo quiere su "patrimonio" y que le dejen en paz.

    Pues si, como dice el autor del post, esto se parece al 29 (crisis sin la cual no habría habido seguramente Segunda Guerra Mundial), ya me contareis de que va a servir el "patrimonio" cuando empiece una guerra. Además, para la mayoría de la gente la propiedad no es suya sino del banco. En España esta mentalidad es la que va a acentuar la crisis, por esa manía de la gente de comprar casas al precio que sea.

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  5. Juan, te falto decir espiritual, aunque muchos se tomen a mal hablar de esto, el espíritu de solidadridad social y respeto al prójimo, están en franca decadencia en nuestras sociedades materialistas.

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  6. No digais tonterias, no hay crisis, solo son tres hilillos de plastilina.

    Como siempre los que estan el el poder mintiendonos.

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  7. Hombre, Eulez, si hay una guerra apaga y vámonos, pero viviendo en Argentina tras el corralito vislumbré que la mayoría de los ancianos malvivían....tb es verdad que destruyeron el valor del dinero y sólo les quedaron los bienes tangibles...pero sabiendo que se va a carecer de pensiones o que van a ser pauperrimas...está complicado el tema...
    sí, desgraciada la cultura del patrimonio....cierto...pero ?y la respuesta a la futura ausencia de pensiones suficientes?

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