viernes, 4 de julio de 2008

Las ventas de bebidas espirituosas caerán este año un 5% por el frenazo del consumo en España

MADRID.- El descenso de las ventas de bebidas espirituosas, en torno a un 1% anual, se acelerará este año hasta un 4% o un 5% en términos de volumen por la retracción del consumo derivada del entorno actual de desaceleración económica, según estima la patronal del sector.

El director ejecutivo de la Federación de Empresas de Bebidas Espirituosas (FEBE), Jaime Gil-Robles, explicó hoy que un 80% de la comercialización de estas bebidas se produce en la hostelería, un canal que sólo en el primer trimestre ha registrado una caída del 15% en el número de visitas a sus locales, lo que impactará en el sector.

Gil-Robles precisó que, si bien se espera una bajada en el volumen de litros comercializados, el valor total se mantendrá por el incremento de ventas en productos de mayor valor añadido.

Los últimos datos que maneja la Federación apuntan que en 2006 se pusieron en el mercado 240 millones de litros, con un valor total de unos 7.600 millones de euros. El whisky encabeza el 'ranking' de ventas en volumen, con un 31,8%, por delante del ron (14,1%), el brandy (13,1%), la ginebra (11,7%), el anís (6%) y el vodka (4,3%).

"No sabemos cómo cerró 2007, pero 2008 va a ir mal seguro", apuntó el director de FEBE, quien consideró que la crisis también podría acelerar el ritmo de desaparición de pymes del sector. Cada año se disuelven dos o tres pequeñas empresas familiares afectadas por la "presión regulatoria" que sufre la industria.

Las empresas de bebidas espirituosas están sufriendo además un incremento de costes de producción --energía, vidrio y materias primas para la destilación--, que Gil-Robles estimó entre un 7% y un 8% y que no se está repercutiendo en los precios por el alto nivel de competencia que existe en el sector, con lo que afectará a los márgenes de resultados.

En cualquier caso, el director ejecutivo de la patronal no quiso "poner las cosas dramáticas" y destacó como elemento positivo que España es un país de consumidores de alcohol responsables y sensatos.

Según datos de Eurostat, el 95% de los consumidores españoles bebe de forma responsable y España tiene la segunda tasa más baja de consumo de riesgo de Europa, con un 5%, al tiempo que se encuentra en la media de abstemios, dado que el 33% de la población no bebe alcohol.

Gil-Robles destacó además el consumo se reparte a lo largo de la semana y que el consumo máximo es de dos bebidas en cada ocasión.

"Es importante que el sistema regulatorio no interfiera en este modelo de consumo", advirtió, antes de incidir en que la "presión" normativa hace del sector un negocio "cada vez más complicado", con 17 legislaciones autonómicas con distintas limitaciones a la venta o la publicidad.

Además, lamentó el "tratamiento injusto y discriminatorio" que sufren las bebidas destiladas respecto a otras bebidas alcohólicas y, como ejemplo, citó la fiscalidad.

Las bebidas espirituosas concentran el 75,3% de la recaudación de los impuestos especiales aplicados a este sector, pese a representar sólo un 24% de los litros de alcohol puestos en el mercado (el 42% corresponde a la cerveza y el 33% al vino).

FEBE agrupa a 129 empresas que representan el 95% del sector, de las que más de un centenar son pymes, una decena grandes empresas nacionales y el resto grandes grupos como Pernod Ricard, Diageo, Beam Global y Bacardi.

La organización, que invierte unos dos millones de euros anuales en políticas de responsabilidad social, tiene previsto lanzar próximamente una nueva campaña de consumo responsable.

De los 240 millones de litros comercializados en 2006, un total de 158 millones fueron producidos en España y el resto son de importación. El espirituoso más producido en el país es el brandy, que además representa el 40% de las exportaciones del sector.

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