sábado, 19 de julio de 2008

Lula y Chávez ayudan para la conclusión de la ruta interoceánica a su paso por Bolivia

LA PAZ.- Los gobiernos de Brasil y Venezuela comprometieron créditos por 530 millones de dólares para que el gobierno de Evo Morales concluya el tramo boliviano de una ruta interoceánica que unirá el Atlántico con el Pacífico.

Los acuerdos fueron firmados por los presidentes Evo Morales, Luiz Inácio Lula da Silva de Brasil y Hugo Chávez de Venezuela en un estadio de esta ciudad de la Amazonia boliviana a 630 kilómetros al noreste de La Paz ante unas 3.000 personas que dieron la bienvenida a los mandatarios.

Brasil otorgó 230 millones de dólares pagaderos a 20 años, con cinco de gracia y una tasa de interés anual del 3%, para asfaltar 510 kilómetros de la ruta. Chávez comprometió 300 millones de dólares para otro tramo, pero las condiciones del financiamiento venezolano aún están en negociación.

La ruta tiene 6.100 kilómetros desde el puerto brasileño de Santos en el Atlántico hasta Arica en el pacífico chileno. El tramo boliviano es de 1.300 kilómetros y sólo 594 están asfaltados. El gobierno chileno es otro de los impulsores del proyecto.

"Brasil tiene especial interés en el corredor porque le permitirá salir al Pacífico y conectarse con los grandes mercados de Asia y tras varios años de un crecimiento moderado ahora busca jugar un rol de mayor gravitación en la región", dijo desde Nueva York el analista Erasto Almeida de la firma consultora Erasia Group.

El gobierno de Brasilia también impulsa otro corredor interoceánico por Perú.

Lula dijo en la ceremonia que el reto de los mandatarios de la región es "redibujar la geografía para garantizar la inserción de nuestros países" en la economía global.

El gobierno de Lula no cerró las puertas a Morales tras la nacionalización de los hidrocarburos en Bolivia que afectó a la brasileña Petrobras. "Es la forma en que Brasil busca resolver los problemas con uno de sus vecinos porque tiene una visión de largo plazo", señaló Almeida.

El proyecto, largamente esperado en esa región de Bolivia con escasas carreteras, solo tiene como detractores a ambientalistas.

La portavoz de la Liga de Defensa del Medio Ambiente (LIDEMA), Sagrario Urgel, dijo que no se conocen estudios del impacto ambiental que provocará la ruta y "ninguno de los gobiernos en el país respeta la ley" del ramo.

La ruta ya existe aunque en gran parte es de tierra en territorio boliviano. Une el Altiplano con la Amazonia y para Morales, el acuerdo ocurre en vísperas del referendo revocatorio del 10 de agosto al que se someterá él, su vicepresidente y ocho de nueve prefectos (gobernadores), seis de los cuales son sus mayores opositores.

El prefecto de Beni, Ernesto Suárez su adversario político no estuvo en la ceremonia y es uno de los impulsores de un gobierno autónomo en la región, que Morales ha tachado de ilegal.

"La carretera impulsará la economía de la región y habrá trabajo que es lo que más hace falta en estos lados", opinó un taxista que se identificó solamente como Félix.

En el departamento de Beni los principales medio de transporte son fluviales y aéreos a falta de carreteras. Por décadas la gente de estas región ha esperado una ruta asfaltada que la vincule con el resto del país y con el vecino Brasil.

Es un "proyecto histórico" que despertará la vocación productiva de la región, dijo la ministra de Planificación para el Desarrollo, Graciela Toro.

Chavéz comprometió otro crédito por 40 millones de dólares para desarrollar plantas lácteas, procesadoras de maíz y plástico, la mayor parte de ellas estará en estará en esta región.

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