En un comunicado, S&P explicó que el objetivo de esta propuesta es acercar el significado de sus calificaciones a las expectativas de los inversores ante el "alto grado volatilidad" crediticia revelada recientemente en ciertos derivados financieros.
El director gerente de S&P, Mark Adelson, explicó que, de aplicarse esta propuesta para la que la firma está sondeando la opinión del mercado, se tendría en cuenta si el comportamiento de la calidad crediticia de una acción o titulización experimenta cambios "inusualmente adversos" en condiciones de una tensión "moderada".
De esta forma, este nuevo factor actuaría como un límite de las calificaciones asignadas a aquellos créditos que S&P considera vulnerables a inestabilidades "excepcionalmente" altas. En este sentido, Adelson aseguró que si S&P adopta finalmente esta idea, se empezaría a aplicar en un plazo de aproximadamente seis meses.
Asimismo, explicó que el cambio estaría en línea con propuestas anteriores de la agencia, enfocadas a incluir escenarios especulativos en la asignación de calificaciones.
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