El tren de licuefacción de Arzew forma parte del proyecto de Gassi Touil, cuyo desarrollo ejecuta Sonatrach en solitario junto a contratas después de que en septiembre del año pasado decidiera rescindir el contrato con Gas Natural y Repsol. El grupo argelino y las compañías españolas litigan en un tribunal de arbitraje internacional para resolver sus diferencias.
Uno de los motivos por los que Sonatrach ha adoptado la decisión de prescindir de Petrofac es el aumento de los costes del tren de licuefacción. Petrofac se había comprometido en sobre cerrado a construirlo por 241.1287 millones de dinares argelinos (2.492 millones de euros), pero acaba de elevar a 257.488 millones de dinares argelinos (2.659 millones de euros) esta cuantía.
El proyecto debía haber sido desarrollado inicialmente por la sociedad El Andalous, sociedad conjunta de Repsol, Gas Natural y Sonatrach, pero el grupo argelino decidió dejar sin efecto su contenido y abrir un proceso de recepción de ofertas.
Tras celebrar un concurso internacional, Sonatrach se decantó por Petrofac. No obstante, en un comunicado difundido hoy asegura que la compañía británica no ha sido capaz de presentar las exigencias requiridas, y que optará por el segundo clasificado, esto es, la italo-japonesa Snamprojeti.
Si falla esta segunda opción, aún podría recurrir a la francesa Technip o a la indonesia IKP, que también estaban interesadas.
Para rescindir el contrato de Petrofac, Sonatrach argumenta, además de motivos económicos, que la empresa británica no ha presentado garantías suficientes para responder a una capacidad de producción de 4,3 millones de toneladas de gas natural licuado (GNL) al año.
El tren de licuefacción de Arzew es parte del proyecto integrado de Gassi Touil, junto con la explotación del campo gasista de Rhourde Nous, adjudicada el pasado 9 de julio a la japonesa JGC Corporation. Rhourde Nous es uno de los tres bloques de gas que abastecerán a la planta.
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