sábado, 12 de julio de 2008

Total congela inversiones en Irán pero no se irá del país

PARÍS.- La petrolera francesa Total congelará sus inversiones en Irán pero no se irá de ese país, que posee las segundas reservas mundiales de gas después de Rusia, no tanto por la presión política Occidental sino por las dificultades en el terreno para desarrollar proyectos gasíferos complejos y costosos, dicen los expertos.

El patrón de Total, Christophe de Margerie, afirmó en una entrevista al diario británico Financial Times (FT) que políticamente es demasiado arriesgado invertir en Irán.

"En la actualidad correríamos demasiados riesgos políticos invirtiendo en Irán pues la gente diría 'Total está dispuesto a cualquier cosa para hacer dinero'", declaró el director ejecutivo de la petrolera francesa.

Desde hace años, Total está en negociaciones con Irán para la explotación de reservas de gas (bloque 11) en South Pars, que también prevé la creación de una instalación para producir Gas Natural Licuado (GNL) para exportación.

"En la actual posición del gobierno francés, que ha adoptado una línea dura hacia Irán, una inversión de Total no sería bien recibida", reconoce Olivier Roy, investigador del Centro Nacional de Investigaciones Científicas (CNRS, por su sigla en francés).

Los gobiernos occidentales, empezando por Estados Unidos, presionan a las empresas para que corten sus vínculos con Irán debido a su controvertido programa nuclear.

"Si Total firmara ese gran contrato con Irán, seguramente recuperado políticamente por Teherán", estimó Francis Perrin, de la revista Petróleo y Gas Arabes.

Según Roy "no es el miedo a las sanciones" lo que ha llevado a Total a anunciar el congelamiento de sus inversiones sino más que nada "un cálculo entre los costos y las ventajas de permanecer en Irán".

Desde su acuerdo marco de agosto de 2005, "las negociaciones entre Total y Teherán no dieron resultados (...) porque los costos de ese proyecto no dejaron de aumentar", destacó Pierre Terzian, director de la publicación Petroestrategies (Petroestrategias).

Al igual que otros proyectos similares en el mundo, esos costos se habrían duplicado superando los 10.000 millones de dólares, debido a la subida de los precios de las materias primas como el acero o a una falta de mano de obra.

Roy asegura además, que "en el terreno, las autoridades iraníe no cooperan demasiado".

Para extraer gas, Irán utiliza, por ejemplo, contratos de servicios en lugar de los tradiciones "contratos de división de la producción" más ventajosos para las compañías extranjeras, precisa Perrin.

En cuanto al gas licuado, las principales petroleras y gasíferas ya no pueden utilizar las patentes estadounidenses, teniendo en cuenta las sanciones de Washington y a nivel europeo sólo tienen una patente "que recién está en fase de experimentación", subrayó Terzian.

Total no renunciará, sin embargo, a trabajar en Irán, cuarto productor mundial de petróleo y segundo productor mundial de gas, y que es punto de interés de la Unión Europea (UE) que quiere emanciparse del gas ruso.

"De ninguna manera se renunciar o abandonar el proyecto", insistió De Margerie al canal de televisión Frane 24.

"La oficina de Total sigue abierta" en Teherán y el grupo sigue reuniéndose con su homóloga iraní, NIOC, indicó Terzian.

La petrolera hispano-argentina Repsol y la anglo-holandesa Shell, también anunciaron en mayo pasado que querían renegociar su participación en South Pars pero no abandonar el país.

Esas compañías también saben que si bien Irán amenaza con llevar adelante solo esos proyectos, al mismo tiempo necesita la experiencia de los grupos extranjeros.

Si sólo se tratara de extraer gas, "habría un verdadero riesgo" de que sean reemplazadas por otras empresas, en particular asiáticas, subrayó Perrin.

Pero South Pars requiere experiencia en tecnología de GNL y ni el gigante gasífero ruso Gazprom, ni las compañías chinas, son líderes en la materia.

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