domingo, 17 de agosto de 2008

Bancos centrales: atorados entre inflación y estancamiento

BRUSELAS.- La acelerada inflación y el estancamiento imposibilitan la labor de los bancos centrales. Es culpa suya. Los tipos de interés reales son en general negativos, mientras que muchos países afrontan el estallido de las burbujas patrimoniales. Solucionar esto llevará años, según "El País".

Los bancos centrales están atrapados en un dilema: bajar tipos de interés y estimular la demanda o subirlos y luchar contra la inflación. El banco británico y el Banco Central Europeo (BCE) se han inclinado por luchar contra la inflación, mientras que el estadounidense y el japonés se preocupan más por evitar la recesión.

Eso podría dar a entender que los tipos se acercan al equilibrio, pero no es así. En términos reales, comparados con la inflación de los últimos 12 meses, el tipo básico del BCE es de 0,25%; el del Banco de Inglaterra, de -0,3%; el del Banco de Japón, de -1,5%, y el de la Reserva Federal, de -3,6%.

Las tasas de crecimiento monetario han sido en su mayoría rápidas, porque los bancos centrales se esforzaban por frenar la crisis bancaria. Para tener un efecto neutral sobre la inflación real, la política monetaria debería mantener los tipos de interés reales en el 2%-3%; por ello, en todo el mundo la política sigue siendo excepcionalmente de estimulación.

No obstante, la atonía económica es real. Las perspectivas de crecimiento de EE UU son débiles, tras agotarse en julio el estímulo de las devoluciones fiscales. El PIB de la zona euro y de Japón caía en el segundo trimestre, mientras que el británico sólo crecía un 0,2%. En todo el mundo, el hundimiento inmobiliario actúa como un lastre para el crecimiento, incluso en Alemania y Japón, cuyas burbujas inmobiliarias se produjeron hace una década.

En general, los bancos centrales resuelven su dilema afirmando que la inflación está a punto de retroceder. El descenso en el precio del petróleo y de las materias primas puede dar esa impresión. Sin embargo, dado que aún es fácil obtener dinero, no hay garantía de que los precios actuales del crudo se mantengan. Además, la subida de la inflación parece haberse atrincherado y suben también los precios no atribuibles al crudo.

Con el tiempo, la estabilización de los precios inmobiliarios y la continua inflación harán que los bancos centrales cambien de rumbo y suban los tipos a un nivel restrictivo del 4%-5% por encima de la inflación. Eso provocará una segunda zambullida en la recesión. En cualquier caso, la senda hacia un crecimiento sin una inflación excesiva es larga. Durante unos cuantos años, el presidir un banco central parecerá una tarea poco envidiable.

No hay comentarios:

Publicar un comentario