La compañía redujo los pasajeros en todas sus rutas. En los vuelos domésticos y europeos, el tráfico descendió un 2,2%, mientras que en los enlaces hacia América bajó un 2,8%. Las rutas de Asia Pacífico y en las de África y Oriente Próximo registraron una caída del 3,5% y del 8,5%, respectivamente.
En cuanto al factor de ocupación, la aerolínea británica alcanzó el 75,8% en el séptimo mes del año, lo que supone una reducción de 5,4 puntos porcentuales con respecto al mes de julio de 2007.
La aerolínea británica aumentó en julio un 3,5% su oferta --asientos por kilómetro ofertados (AKO)--, reduciendo un 3,5% el tráfico medido en ingresos por pasajero y kilómetros. La carga, medida en kilómetros por tonelada, se elevó un 3,7%.
British Airways consideró que las condiciones de mercado para la industria aérea siguen siendo "muy difíciles", teniendo en cuenta el alto precio del combustible y la situación económica mundial.
Por otro lado, la aerolínea británica recordó el inicio de las negociaciones con Iberia para una fusión y consideró que pese a que están en una "fase muy primitiva", ambas compañías confían en obtener la aprobación de las autoridades regulatorias.
Asimismo, British Airways anunció la puesta en marcha el próximo 15 de octubre de un nuevo servicio de su filial OpenSkies, que, aprovechando el acuerdo de 'cielos abiertos', enlazará Amsterdam con Nueva York-JFK.
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