Se trata de la primera etapa asiática de un viaje de una semana que también lo llevará a Tailandia, antes de asistir el viernes a la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos en Pekín.
Acompañado de su esposa, Laura Bush, el presidente estadounidense aterrizó en un aeropuerto militar, en el sur de Seúl, antes de desplazarse a su hotel tras una breve ceremonia de bienvenida.
El miércoles, el mandatario norteamericano se reunirá con su homólogo surcoreano, Lee Myung-Bak, y pronunciará un discurso ante los soldados estadounidenses en la base de Yongsan, en Seúl, antes de partir a Tailandia.
En Corea del Sur, aliado de Washington en Asia, el presidente Bush abordará el asunto del programa nuclear norcoreano y la ratificación con Seúl de un acuerdo de libre comercio, pese a las tensiones originadas por la controvertida reanudación de las importaciones de carne vacuna de Estados Unidos.
Unos 24.000 policías fueron movilizados para evitar todo incidente durante la visita. Este martes a las 19H00 locales (las 12H00 en la España peninsular) comenzó una velada con cirios contra la reanudación de las importaciones de buey estadounidense, que según los detractores surcoreanos no presenta garantías suficientes. La policía estimó el número de manifestantes en 2.000, mientras que los organizadores hablaban de 5.000.
En abril tuvieron lugar importantes manifestaciones cuando el gobierno surcoreano reanudó estas importaciones, colocadas bajo embargo desde 2003, pero las protestas habían cesado prácticamente desde que Seúl obtuvo de Washington garantías contra toda contaminación por la enfermedad de las vacas locas. Ante esta ola de protestas Bush había aplazado su visita, inicialmente prevista para julio.
En cualquier caso, los dirigentes de ambos países cenarán buey estadounidense en el palacio presidencial surcoreano el miércoles, un gesto con el que pretenden demostrar que los temores están infundados. "El buey estadounidense y el surcoreano serán servidos juntos en la mesa", dijo un responsable de la Presidencia.
En paralelo a la velada de protesta, unos 30.000 ex combatientes de la Guerra de Corea (1950-53), activistas y cristianos conservadores se congregaron para mostrar su apoyo a la alianza entre Estados Unidos y Corea del Sur, sellada desde que Washington luchó junto con el Sur en la Guerra de Corea.
En el capítulo diplomático, el desmantelamiento nuclear norcoreano ocupará un lugar primordial en las entrevistas entre Bush y Lee. La estadía de Bush coincidirá en efecto con los últimos días del plazo dado a Corea del Norte para aceptar un protocolo de verificación del inventario de sus actividades nucleares. Este periodo expira el 11 de agosto.
Corea del Norte participa desde 2003 en unas negociaciones con Estados Unidos, Corea del Sur, Rusia, Japón y China, cuyo objetivo es el desmantelamiento de las instalaciones nucleares de Pyongyang a cambio de ayuda energética.
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