La que es la economía más veloz del mundo creció el año pasado un 11,9 por ciento.
"En el primer semestre del año, el PIB (en China) creció un 10,4 por ciento a pesar de las severas catástrofes que han asolado al país, y se espera una moderación en la economía, como reflejo del mayor pesimismo de las perspectivas globales en medio de las turbulencias financieras estadounidenses", dijo el servicio de estudios del banco en la publicación "China Watch" presentada el martes.
En el informe, que a partir de ahora tendrá carácter trimestral, los analistas del banco señalan que el control de la inflación sigue siendo prioritario para el Gobierno chino y destacan el aumento en el requerimiento de reservas y otras medidas de control de créditos decretadas por el banco central.
Además, destaca que dada la alta dependencia del país del comercio exterior, "es difícil pensar que China pueda ser inmune a un entorno global desfavorable en el que el 'shock' financiero persiste y se acrecienta la incertidumbre sobre el crecimiento mundial".
El banco español, que estima que la inflación debería moderarse hasta niveles del 5,8 por ciento a finales de año, explicó que el mayor reto es la "severa y continuada recesión exterior".
En este contexto, aconseja a las autoridades chinas acometer "una política fiscal expansiva para reemplazar el impacto negativo de la caída en la demanda externa".
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