jueves, 21 de agosto de 2008

El ataque de los ninjas hipotecados

BARCELONA.- Los llaman «ninja» porque es la palabra que, en inglés, se puede formar con aquellas personas que no tienen ni empleo fijo, ni ingresos fijos ni propiedades: «no income, no job, no assets). Fueron los destinatarios de las llamadas «hipotecas basura», sobre las que el sistema bancario estadounidense construyó un entramado que ha sembrado de desconfianza al mercado financiero internacional y que se ha convertido en germen de la actual crisis económica.

El profesor Abadía resume en su artículo dedicado a «la crisis ninja» cómo este virus financiero entró en el sistema bancario mundial. Su nacimiento, paso a paso, fue el siguiente, según sus propias palabras:

1. Año 2001. Explosión de la burbuja de internet.

2. La Reserva Federal de Estados Unidos baja en dos años el precio del dinero del 6,5 por ciento al 1 por ciento.

3. Esto dopa un mercado que empezaba a despegar: el mercado inmobiliario.

4. En diez años, el precio real de las viviendas se multiplica por dos en Estados Unidos.

5. Durante años, los tipos de interés vigentes en los mercados financieros internacionales han sido excepcionalmente bajos.

6. Esto ha hecho que los bancos hayan visto que el negocio se les hacía más pequeño:

- Daban préstamos a un bajo interés.

- Pagaban algo por los depósitos de los clientes (cero si el depósito está en cuenta corriente y, si además, cobran comisión de mantenimiento, pagaban «menos algo»).

- Pero, con todo, el margen de intermediación decrecía

7. A alguien, entonces, en América, se le ocurrió que los bancos tenían que hacer dos cosas:

-Dar préstamos más arriesgados, por los que podrían cobrar más intereses.

- Compensar el bajo margen aumentando el número de operaciones

8. En cuanto a lo primero (créditos más arriesgados), decidieron:

A) Ofrecer hipotecas a un tipo de clientes, los «ninja» (no income, no job, no assets; o sea, personas sin ingresos fijos, sin empleo fijo, sin propiedades).

B) Cobrarles más intereses, porque había más riesgo.

C) Aprovechar el boom inmobiliario.

D) Además, llenos de entusiasmo, decidieron conceder créditos hipotecarios por un valor superior al valor de la casa que compraba el ninja, porque, con el citado boom inmobiliario, esa casa, en pocos meses, valdría más que la cantidad dada en préstamo.

E) A este tipo de hipotecas, les llamaron «hipotecas subprime». Se llaman «hipotecas prime» las que tienen poco riesgo de impago. Se llaman «hipotecas subprime» las que tienen más riesgo de impago.

F) Además, como la economía americana iba muy bien, el deudor hoy insolvente podría encontrar trabajo y pagar la deuda sin problemas.

G) Este planteamiento fue bien durante algunos años. En esos años, los ninja iban pagando los plazos de la hipoteca y, además, como les habían dado más dinero del que valía su casa, se habían comprado un coche, habían hecho reformas en la casa y se habían ido de vacaciones con la familia. Todo ello, seguramente, a plazos, con el dinero de más que habían cobrado y, en algún caso, con lo que les pagaban en algún empleo o chapuza que habían conseguido.

9. Comentario: creo que, hasta aquí, todo está muy claro. Y también está claro que cualquier persona con sentido común, aunque no sea un especialista financiero, puede pensar que, si algo falla, el batacazo puede ser importante.

10. En cuanto a lo segundo (el aumento del número de operaciones): como los bancos iban dando muchos préstamos hipotecarios, se les acababa el dinero. La solución fue muy fácil: acudir a bancos extranjeros para que les prestasen dinero, porque para algo está la globalización. Con ello, el dinero que yo, hoy por la mañana, he ingresado en la oficina central de la Caja de Ahorros de San Quirico de Safaja puede estar esa misma tarde en Illinois, porque allí hay un banco al que mi caja de ahorros le ha prestado mi dinero para que se lo preste a un ninja.

Por supuesto, el de Illinois no sabe que el dinero le llega desde mi pueblo, y yo no sé que mi dinero, depositado en una entidad seria como es mi caja de ahorros, empieza a estar en un cierto riesgo. Tampoco lo sabe el director de la oficina de mi caja, que sabe -y presume- de que trabaja en una institución seria. Tampoco lo sabe el presidente de la caja de ahorros, que sólo sabe que tiene invertida una parte del dinero de sus inversores en un banco importante de Estados Unidos.

11. Comentario: la globalización tiene sus ventajas, pero también sus inconvenientes y sus peligros. La gente de San Quirico no sabe que está corriendo un riesgo en Estados Unidos y cuando empieza a leer que allí se dan hipotecas subprime, piensa: «¡Qué locuras hacen estos americanos!»

12. Además, resulta que existen las «Normas de Basilea», que exigen a los bancos de todo el mundo que tengan un capital mínimo en relación con sus activos. Las «Normas de Basilea» exigen que el capital de ese banco no sea inferior a un determinado porcentaje del activo. Entonces, si el banco está pidiendo dinero a otros bancos y dando muchos créditos, el porcentaje de capital sobre el activo de ese banco baja y no cumple con las citadas «Normas de Basilea».

13. Hay que inventar algo nuevo. Y eso nuevo se llama Titulización: el Banco de Illinois «empaqueta» las hipotecas -prime y subprime- en paquetes que se llaman MBS (Mortgage Backed Securities, o sea, obligaciones garantizadas por hipotecas).

O sea, donde antes tenía 1.000 hipotecas «sueltas», dentro de la cuenta «créditos concedidos», ahora tiene 10 paquetes de 100 hipotecas cada uno, en los que hay de todo, bueno (prime) y malo (subprime), como en la viña del Señor.

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