martes, 19 de agosto de 2008

El Banco de Japón deja sus tasas sin cambios para apoyar el crecimiento

TOKIO.- El Banco Central de Japón decidió este martes mantener sin cambios sus tasas de interés para estimular el crecimiento de la segunda economía mundial, actualmente estancado, tras considerar que la inflación aún no ha alcanzado un nivel alarmante.

Sin sorpresas, los siete miembros del comité de política monetaria del Banco de Japón (BoJ) decidieron por unanimidad mantener la tasa de interés día a día en 0,50%, un nivel extremadamente bajo y en el cual se halla desde febrero de 2007.

Ningún economista esperaba un ajuste monetario en este periodo de desaceleración económica internacional que no perdona al archipiélago.

"La economía japonesa atraviesa actualmente una fase de estancamiento, en un contexto de alza de los costos de la energía y de las materias primas y de un declive de las exportaciones", subrayó el BoJ en un comunicado.

Al optar por el 'statu quo', el banco central se muestra más preocupado por los riesgos de una sacudida económica que por la hipótesis de una disparada de los precios y salarios, pese a una inflación que se acelera.

El mes pasado, el BoJ bajó súbitamente en 0,3 puntos a 1,2% su previsión de crecimiento para el año prespuestario que va de abril de 2008 a marzo de 2009.

Poco después, el Gobierno anunció que el Producto Interno Bruto (PIB) japonés, que había progresado un 0,8% entre enero y marzo, cayó un 0,6% en el segundo trimestre en relación al primero, una regresión que si continúa durante otros tres meses, se transformaría en recesión.

La recesión es definida técnicamente como dos trimestres de crecimiento negativo.

"Los mercados financieros permanecen inestables y perduran amenazas de deterioro de la economía mundial, particularmente en Estados Unidos", insistió el BoJ.

La demanda interna japonesa es también afectada por la contracción de los ingresos de las empresas, que además frenan sus inversiones y no aumentan las remuneraciones de su personal.

"Aunque no existe sobrecapacidad de producción ni exceso de mano de obra, los riesgos que pesan sobre la economía exigen un seguimiento atento", añadió el BoJ.

"Sin embargo seguimos pensando que la probabilidad de un declive (económico) brutal sigue siendo débil", aseguró el gobernador del banco central, Masaaki Shirakawa, y precisó que Japón "no está en situación de estanflación" (estancamiento económico y disparada de los precios).

El instituto de emisión advirtió no obstante que una política monetaria excesivamente laxa, durante demasiado tiempo, podría generar una espiral inflacionista cuando se dispersen las nubes que se ciernen sobre el crecimiento.

"Es necesario vigilar no sólo la evolución de las tarifas de la energía y las materias primas, sino también las estrategias de precios de las empresas y la actitud de los consumidores", advirtió.

El índice de aumento de los precios al consumo (fuera de productos frescos) gira actualmente en torno a 2% interanual, impulsado por la carestía del petróleo y los alimentos.

"La inflación subirá un poco más todavía en los próximos meses, pero luego evolucionaría a un ritmo más lento", pronosticó el Banco de Japón.

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