sábado, 2 de agosto de 2008

El Banco Santander cae en Bolsa tras admitir que negocia con Chávez para vender su filial

MADRID.- Las acciones del Grupo Santander cayeron un 3,45% en Bolsa este viernes después de que la entidad reconociera «conversaciones» con el Gobierno de Hugo Chávez destinadas a la venta al país latinoamericano de su filial venezolana Banco de Venezuela.

El mercado castigó a la entidad presidida por Emilio Botín, que ha visto frustrada su intención de vender la filial a un inversor privado por la intervención del polémico presidente de la República Bolivariana, quien ha frenado la operación y ha anunciado que la entidad «volverá a los venezolanos».

La vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, se refirió al asunto para explicar que el Ejecutivo Español -que estaba al tanto de la operación- confía en que ambas partes alcancen un acuerdo «en un breve plazo de tiempo».

«Es una situación que viene de atrás», aclaró, al tiempo que matizó que «no va a haber ningún tipo de intervención, puesto que el asunto se lleva a través del diálogo y de una negociación completamente respetuosa y normal».

El movimiento de Chavez se produce apenas tres días después de una visita oficial a España en la que, aparentemente, limó cualquier aspereza tras el incidente del !Por qué no te callas! con el Rey durante la última Cumbre Iberoamericana, celebrada en Chile. Chávez, incluso, se entrevistó con el monarca en Palma de Mallorca y con el presidente Rodríguez Zapatero en sendos encuentros en los que se impuso la cordialidad.

Recién llegado a su país, Hugo Chávez no perdió el tiempo para anunciar durante una alocución en una televisión estatal su intención de recuperar el Banco de Venezuela, privatizado en 1994. Dos años después, Santander compró el 93,98% del capital de la entidad por 351 millones de euros.

El grupo presidido por Emilio Botín ya reconoció en 2007 la existencias de cierto riesgo en relación con su filial al explicar que «diversos acontecimientos políticos en Venezuela presentan un riesgo incrementado de que el Gobierno venezolano pueda nacionalizar o, alternativamente, intervenir en la operaciones de nuestra filial venezolana, lo que podría afectar a nuestras operaciones en el país».

En una escueta nota, el Banco Santander reconoció que tenía previsto vender el Banco de Venezuela a «un grupo inversor privado» del país, «a cuyo fin se alcanzaron determinados compromisos sin que se llegara a acordar la venta». Ese inversor privado podría ser, según medios de comunicación latinoamericanos, Víctor Vargas, un banquero, propietario a su vez del Banco Occidental de Descuento (BOD). Chávez presumió de haber parado la venta para entregar la entidad al pueblo. «¿Cuánto piden por él?, que yo lo pago», llegó a decir.

Los analistas valoran Banco de Venezuela en cerca de 1.500 millones de euros. Un dinero que, en principio, sería factible lograr de un comprador privado pero que resulta mucho más complicado de un Gobierno como el venezolano. Según la información publicada por el Grupo Santander, su filial tiene una cuota de mercado del 10% en depósitos y del 11% en créditos. La entidad cuenta con más de tres millones de clientes y 285 oficinas, en las que trabajan 4.500 empleados.

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