sábado, 30 de agosto de 2008

El desplome en las ventas de pisos llega al 30% y se ceba con la costa mediterránea española

BARCELONA.- El sector inmobiliario no logra detener la sangría de ventas, que en junio tocaron fondo. Se registraron 47.511 transacciones, un 29,6% menos que en el mismo mes del año anterior, según el Instituto Nacional de Estadística (INE) que publica "El País".

Sólo en marzo hubo menos compraventas, pero ese mes estuvo condicionado por el parón de la Semana Santa. El desplome en la concesión de hipotecas certifica el calvario por el que atraviesa el sector. De acuerdo con el INE, se hipotecaron el 37,7% menos de viviendas, y el importe medio de cada préstamo cayó un 4,56%, lo que indica un retroceso de los precios.

A pesar de que los datos confirman que la crisis se agudiza, los promotores ayer apenas se sorprendieron. El G-14, que agrupa a las principales inmobiliarias, y la Asociación de Promotores y Constructores de España coincidieron en que la estadística es un reflejo de la contracción que está sufriendo el mercado de la vivienda. Es más, sostuvieron que las compraventas seguirán cediendo en los próximos meses.

El secretario general del G-14, Pedro Pérez, afirmó a Efe que la caída "confirma la evolución negativa del mercado inmobiliario", tanto en obra nueva como en vivienda usada. No obstante, las compraventas de pisos de segunda mano bajaron un 38,9%, mientras que los nuevos lo hicieron un 16,1%.

Las inmobiliarias han sufrido un descalabro en sus ventas durante el primer semestre del año, puesto que acumulan un descenso del 27,5% respecto al mismo periodo de 2007. Sin embargo, la crisis se está cebando con las comunidades del Mediterráneo.

Las compraventas en Cataluña confirmaron en junio la tónica de todo el año al caer en picado. Sólo se despacharon la mitad de pisos que en el mismo mes de 2007. Le siguen la Comunidad Valenciana (un 41,1% menos), Murcia (39,8%) y Baleares (29,4%). Sólo Galicia y Castilla-La Mancha cerraron en positivo.

Los malos datos de las zonas costeras se deben sobre todo a la abundancia de vivienda vacacional, que es el segmento que más se ha resentido por el parón. "La segunda residencia está sufriendo porque tiene un componente muy importante de inversión", explica el catedrático de Economía Aplicada de la Universidad Pompeu Fabra, José García-Montalvo.

Y los inversores que esperaban una revalorización rápida de un piso dejaron de inyectar capital en el mercado inmobiliario español. García-Montalvo también recuerda que estas comunidades experimentaron los mayores aumentos en poco tiempo, por lo que éstos deberán bajar más para que las ventas se reactiven.

El aumento del precio del dinero también influye. Y, además, hace mella en quienes ya tienen un préstamo. El INE señala que de las 31.669 hipotecas que cambiaron sus condiciones en junio, el 44,2% lo hizo por los tipos de interés. De media, los préstamos a tipo variable se encarecieron 1,17 puntos.

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