En una actualización de su informe sobre la zona euro, el FMI mantuvo sus previsiones para el crecimiento del área monetaria este año en un 1,7 por ciento y en un 1,2 por ciento para 2009.
En 2007, la zona euro creció un 2,6 por ciento.
"Con la economía desacelerándose y asumiendo que los precios de los alimentos y la energía se estabilizarán, la inflación debería desacelerarse considerablemente desde sus niveles actuales, aunque los riesgos son altos", señaló el Fondo en un comunicado.
Algunos directores del FMI creen que el BCE debería mantener sus tipos de interés estables, mientras que otros destacan la necesidad de estar alertas frente a la inflación, sobre todo si los acuerdos salariales sugieren una aceleración de los costes laborales en 2009.
En este momento, la inflación subyacente y los costes laborales parecen estar bien contenidos, en un reflejo de la "alta credibilidad" del BCE, pero hay riesgos de efectos de segunda ronda.
El BCE subió su principal tipo de interés a comienzos de julio a un 4,25 por ciento desde un 4,0 por ciento, luego de que la inflación tocó un 4,0 por ciento interanual en junio.
En su reunión de este jueves, los mercados esperan que el BCE deje los tipos sin cambios tras datos que muestran una fuerte desaceleración de la economía.
El FMI dijo que el crecimiento de la zona euro está siendo afectado por los altos precios de la energía y los alimentos, por la menor disponibilidad de crédito, por la debilidad de la demanda global y por la fortaleza del euro.
Los directores del FMI "señalaron además que el euro está ahora en el lado fuerte en relación con sus fundamentales", haciéndose eco de las quejas de muchas empresas europeas por la fortaleza de la moneda única.
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