miércoles, 6 de agosto de 2008

El Gobierno británico prepara un plan de incentivos fiscales para reanimar el mercado inmobiliario

LONDRES.- El Gobierno británico prepara una batería de medidas, entre las que se incluirán importantes incentivos a los compradores y exenciones fiscales, con el doble objetivo de reanimar el mercado inmobiliario y recuperar la confianza de los ciudadanos a menos de dos años del teórico plazo de convocatoria de las elecciones generales.

El paquete de actuaciones, que está siendo elaborado por el Ministerio del Tesoro y está contenido en el denominado 'Libro Verde', constituye una de las bases de la estrategia del primer ministro, Gordon Brown, contra el creciente cuestionamiento de su liderazgo, ante su convencimiento de que la caída en picado de su popularidad responde a los "tiempos difíciles" por los que atraviesa el país debido a las turbulencias económicas.

En consecuencia, las medidas de choque para paliar la debilidad del sector de la vivienda pretende reconducir la crisis incentivando a las autoridades locales a ofrecer hipotecas o ampliando los permisos para que las cooperativas puedan adquirir propiedades privadas que hayan quedado sin vender y que podrán ser puestas de nuevo en el mercado con alquileres asequibles.

Según informa el diario 'The Guardian', la presión fiscal sobre aquellas viviendas valoradas por encima de las 250.000 libras (unos 325.000 euros) podría aliviarse con la supresión o aplazamiento del impuesto sobre actos jurídicos documentados, y los perceptores de viviendas de protección tendrán la posibilidad de emplear los descuentos como depósito en operaciones privadas.

Aparte, la titular de Vivienda, Caroline Flint, avanzó una evolución hacia una "totalmente pragmática" visión acerca de si los ayuntamientos deberían poder construir viviendas y mantener las rentas de ingresos, después de que la previsión de las 240.000 nuevas propiedades que el Gobierno pretendía edificar este año se vaya a quedar finalmente unas 100.000.

En este contexto, el ministro de Hacienda, Alistair Darling, admitió que la ralentización será finalmente "más prolongada de lo que se pensaba hace un año", y añadió que "es importante ser francos con la gente" y habilitar medidas de choque, entre las que reconoció estar estudiando la eliminación o suspensión de las tasas de escritura de las viviendas de mayor coste.

Con todo, más de la mitad de las que existen actualmente en Reino Unido están valoradas entre las 125.000 y las 250.000 libras, por lo que no se beneficiarían de una medida que, según los expertos, no tendrá grandes efectos en caso de suspensión y que ya había sido experimentada bajo una formulación similar por el Gabinete de John Major en los 90 sin lograr frenar la caída de precios.

En este sentido, el Consejo de Prestamistas Hipotecarios apuntó que aunque la tasa "desincentiva" y la introducción de reformas podría ayudar a los primeros compradores, suprimirla "sólo aumenta la confianza, pero no se dirige a los problemas más amplios que sufren los mercados financieros".

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