La tasadora explicó que se trata del quinto descenso consecutivo de la tasa interanual, que acentúa la bajada del valor nominal de las viviendas, algo que viene sucediendo ininterrumpidamente desde principios de año.
En la lectura sectorial del índice destaca un descenso del 6,2 por ciento en los precios de las viviendas en la costa mediterránea, una zona que había experimentado crecimientos particularmente destacados en la década del "boom" que finalizó en 2006.
Las áreas metropolitanas y las capitales y grandes ciudades experimentaron descensos del 4,7 y 4 por ciento, respectivamente.
Tinsa explicó que la evolución de su índice presenta una clara tendencia decreciente desde septiembre de 2006, período en el que se inició un proceso de desaceleración ininterrumpida con un cambio definitivo de la tendencia en marzo de este año, cuando las tasas entraron en valores negativos.
La caída que refleja este índice y otros de informes independientes contrasta con los datos oficiales que facilita el Ministerio de la Vivienda y que todavía reflejan subidas interanuales de los precios (del dos por ciento a junio) aunque en sus niveles de expansión más bajos en doce años.
Según los expertos, los efectos más notables de la crisis por ahora se centran en la caída de la actividad más que en la bajada de los precios, con demanda agazapada en un contexto de restricciones de crédito y previsiones de descensos en el valor de la vivienda.
Indicadores básicos como el consumo de cemento o los visados de viviendas muestran un notable parón de la actividad.
El propio Ministerio de la Vivienda publicó a últimos de junio estadísticas de transacciones que reflejan que la venta de viviendas bajó un 31,8 por ciento en el primer trimestre de este año con respecto al mismo cuarto de 2007.
En vivienda nueva, el descenso fue del 12,9 por ciento y en usada, del 47 por ciento.
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