"Podemos empezar ahora o esperar hasta 2011", año en que Kirchner completará su mandato, dijo el presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Luciano Miguens, al presentar la propuesta en una tradicional exposición ganadera.
La SRA, que agrupa a unos 10.000 grandes propietarios rurales, es la más conservadora de las cuatro asociaciones que lideraron la rebelión agraria de los últimos meses contra la política fiscal del gobierno y le propinaron una resonante derrota.
La Exposición Rural reflejó el tono tenso en que quedó la relación entre el sector y las autoridades, tras la puja disparada por un aumento de los derechos de exportación (retenciones) a la soja y otros productos, ideada para capturar la renta extrordinaria derivada del alza de los alimentos en el mundo.
Aquel pulso, que incluyó tres meses de protestas en toda la zona productiva con interrupciones de tránsito para productos agropecuarios, terminó en el Congreso cuando en la instancia decisiva el vicepresidente de la Nación y titular del Senado, Julio Cobos, votó contra el proyecto oficial.
El sábado, por primera vez en décadas, no hubo funcionario nacional alguno en la elegante tribuna de la Rural, en contraste con otros gobiernos -salvo el de Néstor Kirchner (2003-2007)- cuando lo normal era que el presidente de la Nación diera allí un discurso.
Varios entes estatales que habían contratado espacio para sus puestos en la exposición paralela a la muestra ganadera desistieron a último momento, mientras que en la ceremonia tampoco estuvieron, contra la costumbre, los Granaderos a Caballo ni el escuadrón de motocicletas de la Policía Federal.
En contraste, dirigentes de las otras tres entidades del agro acompañaron a Miguens, quien dijo en su discurso, a modo de mensaje para futuras negociaciones, que "el campo está unido".
"Hemos superado con dignidad a quienes buscaban nuestra división. Unidos hemos comenzado esta lucha y, pese a quien pese, unidos la terminaremos", afirmó.
La tribuna rural exhibió asimismo la presencia de los gobernadores de Córdoba, Juan Schiaretti, y de San Luis, Alberto Rodríguez Saá, ambos del Partido Justicialista (PJ, peronismo) pero disidentes del liderazgo de Néstor Kirchner, esposo y predecesor de la mandataria.
También estuvo el jefe de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri, junto con legisladores y otros dirigentes opositores.
No asistió en cambio, aunque envió una disculpa escrita y recogió muestras de apoyo en las tribunas, el vicepresidente Cobos, líder de un sector de la socialdemócrata Unión Cívica Radical, integrante de la coalición oficialista que hoy revisa su relación con el 'kirchnerismo'.
En su discurso, Miguens anunció que "en la Comisión de Enlace (que reúne a las cuatro entidades del campo) estamos abiertos al diálogo franco y profundo" y lanzó su propuesta de plan de largo plazo, que aproveche la firme y persistente demanda mundial de alimentos.
"Duplicar la producción en diez años es el verdadero desafío histórico. Necesitamos una política que mejore la competitividad, que mejore el acceso a fertilizantes, agroquímicos y pesticidas, que acelere la incorporación de avances genéticos", propuso.
Pedido por el público, habló también el carismático Alfredo de Angeli, dirigente de la Federación Agraria Argentina (productores pequeños) y figura de las asambleas junto a las rutas durante el conflicto.
"Estamos más unidos que nunca. La Argentina se va a recuperar con el campo, nunca sin el campo y menos en contra del campo", sintetizó.
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