domingo, 17 de agosto de 2008

La banca abre algo la mano a los créditos hipotecarios, pero endurece los de consumo

MADRID.- El 62% de los responsables de los bancos europeos considera que, a lo largo del segundo trimestre del año, ha mantenido los criterios y condiciones que exigen a los particulares en la concesión de préstamos para la compra de vivienda. Hace tres meses, según la última encuesta sobre préstamos bancarios en la eurozona de julio de 2008 del Banco Central Europeo, este porcentaje era del 52%, según cuenta "El País".

El 32% de los banqueros reconoce haber endurecido ligeramente sus exigencias; hace tres meses ese porcentaje era del 37%. En julio de este año tan sólo un 2%, frente al 4% de abril de 2008, afirma haber estrechado considerablemente sus condiciones, pero ya hay un 4% que asume haberlas relajado moderadamente frente al 7% anterior.

De la suma de todos estos porcentajes -de media un 30% de las entidades endureció sus criterios frente al 33% que lo hizo en el primer trimestre- se desprende una cierta mejoría en la concesión de hipotecas, un ligero abrir la mano o más bien un dejar de cerrarla con fuerza.

Para las entidades bancarias consultadas, prácticamente un centenar a este respecto, el hecho de que aún sigan manteniendo severos criterios de aprobación para sus nuevas hipotecas se basa en sus dudas sobre la situación económica general, sus recelos sobre la solvencia de los consumidores respecto a sus créditos y el coste que le supone mantener estos activos en sus balances. En estos momentos parece no importarles nada la competencia de otras entidades, ya sean éstas bancarias o no. Para los tres próximos meses, el 67% de los banqueros coincide en que básicamente mantendrán sus criterios actuales.

De la encuesta del BCE también se desprende que, pese a la muy ligera mejora de las expectativas en lo relativo a los criterios de concesión de hipotecas, el 60% de las entidades bancarias considera que el volumen total de este tipo de préstamos disminuirá aún más en los próximos tres meses. Hace tres meses, esta apreciación sólo la compartían el 53% de los bancos. De hecho, ya hay un 8% de entidades, antes un 3%, que sostiene que la demanda de hipotecas caerá considerablemente. A este respecto en España, cabe señalar que según los últimos datos de la Asociación Hipotecaria Española (AHE), en mayo de 2008, aumentó un 10% en tasa interanual menos de la mitad de lo ocurrido el año anterior.

Si sobre las hipotecas no parece que se endurecerán más los criterios de concesión, no puede decirse lo mismo sobre los que se aplican a los particulares que demandan préstamos de consumo o para otros fines similares. Según el BCE, el 72% de los responsables de los bancos europeos considera que, a lo largo del segundo trimestre del año, ha mantenido los criterios y condiciones que exigen a los particulares en la concesión de préstamos personales. Hace tres meses, este porcentaje era del 69%. El 23% de los banqueros reconoce haber endurecido ligeramente sus exigencias; hace tres meses ese porcentaje era del 22%.

En julio de este año un 3%, frente al 2% de abril de 2008, afirma haber estrechado considerablemente sus condiciones pero ya hay tan sólo un 2% que asume haberlas relajado moderadamente frente al 6% anterior. Con vistas a los próximos tres meses, de media, el 25% de las entidades financieras estima que se seguirán endureciendo las exigencias para los particulares. Sobre la demanda de este tipo de créditos no parece haber dudas: el 26% de los bancos consultados cree que caerá en los próximos meses; en abril, cuando la situación económica general no se vislumbraba tan complicada, este porcentaje era del 12%.

No es un gran consuelo -el Euríbor sigue negociándose en torno al 5,31%-, pero la realidad es que se ha ido tranquilizando en las dos últimas semanas. A lo largo de todo el pasado mes de julio, esta referencia hipotecaria volvió a vivir un arranque alcista que no sólo sorprendió a particulares y expertos -llegó a negociarse en el 5,432% desde el 5,366% con que había cerrado junio-, sino que generó aún más incertidumbre sobre su posible evolución; de hecho, hubo quien llegó a hablar de niveles cercanos al 6%.

En agosto, pese a que suele ser éste un mes propicio para las grandes turbulencias -la verdadera crisis de las hipotecas subprime se desató hace justo un año-, ha ido recortando posiciones hasta mantenerse prácticamente inalterado en torno al 5,31%, lo que ha relajado sus expectativas alcistas.

Aunque los expertos no se atreven a realizar predicciones concretas respecto al futuro nivel del Euríbor en los próximos meses, la mayoría sostiene que, pese a las tensiones inflacionistas, es posible que éste se sitúe en torno al 5%-5,25% al cierre del año, lo que en cierta medida aliviaría a todos los hipotecados. No hay que olvidar que, según los últimos datos oficiales a marzo de este año, cuando el Euríbor estaba en torno al 4,75%, una familia media destinaba más del 46% de su renta anual disponible al pago de las cuotas de amortización hipotecaria de su primera vivienda.

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