viernes, 22 de agosto de 2008

La economía británica oficialmente al borde de la recesión tras estancarse en el segundo trimestre

LONDRES.- Ya es oficial: tras un periodo excepcionalmente largo de crecimiento ininterrumpido, la economía británica se estancó en el segundo trimestre, y parece encaminarse hacia una recesión que también amenaza a los países de la Eurozona.

La Oficina Nacional de Estadísticas británica (ONS), que el mes pasado estimó el alza del Producto Interior Bruto (PIB) en un magro 0,2%, bajó esta cifra al 0% en su segunda estimación, mientras los economistas no anticipaban ningún cambio.

Las cifras definitivas serán difundidas en septiembre.

La tasa revisada al 0% es la más débil registrada desde el segundo trimestre de 1992, precisó la ONS. Marca una fuerte desaceleración en relación al primer trimestre, cuando la economía creció un 0,3% en relación al trimestre anterior, y al año pasado, cuando progresó entre el 0,6% y el 0,9%.

Esta entrada en una fase de 'estanflación' (estancamiento del PIB sumado a una fuerte inflación) pone fin a un periodo excepcional de 63 trimestres consecutivos de alza del PIB británico.

Desde hace varios meses, numerosos economistas auguran que el país entrará en recesión, víctima de la doble crisis del sector inmobiliario y del crédito.

"Con un crecimiento nulo en el segundo trimestre y todos los indicadores en rojo, la economía británica parece condenada a una recesión" en el segundo semestre del año, estimó Jonathan Loynes, economista jefe de Capital Economics.

Técnicamente, una recesión es definida como dos trimestres consecutivos de crecimiento nulo o negativo.

Su pronóstico es compartido por su colega Peter Newland, de Lehman Brothers.

El gobierno laborista, que ya bate récords de impopularidad, culpa de la situación a la coyuntura internacional.

"El Reino Unido, al igual que otras economías, sufre las consecuencias de los precios mundialmente elevados de las materias primas, y las incertidumbres en el mercado del crédito", declaró un portavoz del Tesoro británico.

Si bien la mayoría de los países europeos como Francia, Alemania e Irlanda también están al borde de la recesión, la noticia no deja de ser un nuevo golpe para el primer ministro británico, Gordon Brown.

Brown, que se atribuyó los méritos del crecimiento elevado cuando fue ministro de Economía, de 1997 a 2007, recibe ahora presiones de todos lados, incluido dentro de sus propias filas, para adoptar medidas de urgencia a fin de ayudar financieramente a los hogares y reactivar el mercado inmobiliario.

Pero al igual que en Francia o Irlanda, casi no hay margen de maniobra en momentos en que el déficit público sube como una flecha.

El frenazo del crecimiento aumenta las posibilidades de un recorte de los tipos del Banco de Inglaterra (BoE, central) antes de fin de año.

El BoE mantuvo su tasa directriz en un 5% desde abril a pesar de las señales de degradación de la coyuntura, debido a la disparada de la inflación, que alcanzó un 4,4% en julio, su mayor nivel en 16 años, pese a que la meta del banco central británico es contenerla a un máximo del 2%.

Pero la desaceleración económica más profunda de lo previsto hará que "las presiones inflacionistas probablemente disminuyan a mediano plazo, otorgando al Banco de Inglaterra un margen para bajar sus tasas más pronto de lo que anticipaba hasta ahora", explicó Hetal Mehta, economista jefe del ITEM Club, una de las principales consultorías de coyuntura de la City londinense.

Las cifras son la señal más clara _ entre la contracción del mercado de la vivienda, el retroceso de la confianza consumidora y una inflación que ha duplicado los objetivos máximos del gobierno _ de que Gran Bretaña se encuentra al borde de la recesión.

Los economistas sostienen que según las informaciones preliminares, la economía británica se encuentra ahora incluso en una situación peor que la del segundo trimestre, por lo que la contracción del PIB seguramente volverá a repetirse en el plazo de julio a septiembre.

"Hemos entrado en un periodo de aguda debilidad que seguramente no será de breve duración", dijo el economista Jonathan Loynes, jefe para Europa de Capital Economics. "Hay una gran probabilidad de que encaremos por lo menos dos trimestres consecutivos de crecimiento negativo", la definición tradicional de una recesión.

En medio de la contracción más grave del sector de la vivienda en 30 años, la industria de la construcción en Gran Bretaña ha sido la más afectada, según la Oficina Nacional de Estadísticas, al retroceder ese sector un 1,1%.

Mientras tanto, la producción del sector fabril cayó un 0,8%, según las estadísticas del gobierno. A principios de mes, el Chartered Institute of Purchasing and Supply emitió un informe según el cual la actividad fabril británica sufrió su peor descenso en casi una década.

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