domingo, 10 de agosto de 2008

Las amenazas de muerte llegan a Wall Street

NUEVA YORK.- Dos cartas han cambiado la vida de la analista Meredith Whitney en la última semana. La primera, escrita por ella, reducía la recomendación de compra del banco estadounidense Citigroup ante sus malos resultados por la repercusión de la crisis subprime. La segunda, que recibió sólo un día después, la amenazaba de muerte por los miles de millones de pérdidas que había provocado con su evaluación, relata "El Mundo".

Pocas veces la opinión de una persona puede ocasionar efectos devastadores en las cuentas de una de las compañías más grandes del mundo. Esta ha sido una de ellas, y el terremoto desatado en Citigroup, con epicentro en Wall Street, no sólo ha conseguido desplomar sus acciones, sino que se ha llevado por delante a su presidente, Charles 'Chuck' Prince, que dimitió el pasado domingo como consecuencia de los malos resultados de la compañía.

Todo porque Meredith Whitney, analista del CIBC World Markets, filial del Canadian Imperial Bank of Commerce, redujo su recomendación de Citigroup «por debajo de la evolución de su sector» y aseguró que necesitaría más de 30.000 millones de dólares -11 veces más de lo estimado por la propia entidad- para hacer frente a las pérdidas que le provocará la crisis hipotecaria de EEUU.

Este comentario disparó la venta de títulos de la compañía en las bolsas donde cotiza y, en sólo media hora, hizo caer sus acciones un 6,89% en el Dow Jones y otro 2,6% en el Standard & Poor's 500.

Una semana después del informe de Whitney, el gigante estadounidense, primer banco por activos financieros del mundo, ha perdido algo más de 365 millones de dólares de capitalización bursátil y ha provocado la dimisión de su presidente.

Incluso se especula que Alwaleed Bin Talal, príncipe de Arabia Saudí y dueño indirecto de un 3,6% del banco, ha llegado a pedir al ex presidente Sandy Weill que vuelva a tomar las riendas de Citigroup.

Las consecuencias de aquella recomendación han sido fulminantes. 24 horas después de emitir su informe, Whitney recibió varias amenazas de muerte, posiblemente de algún inversor cuya fortuna ha sufrido una rebaja considerable tras la estrepitosa caída de los títulos de la compañía.

«Los clientes no están muy contentos con mi recomendación y he recibido varias amenazas de muerte», explico al diario londinense The Times. «La gente tiene miedo a ser negativa, especialmente cuando una empresa tiene inversiones tan grandes como Citigroup».

Pero las amenazas no han surtido ningún efecto en la profesionalidad de Whitney, que, lejos de achantarse o maquillar su opinión, ha continuado durante esta semana emitiendo juicios, cada vez más duros, contra Citigroup. Su comentario más feroz llegó este miércoles, cuando Whitney aseguró que la única solución que le quedan a los nuevos directivos es trocear el banco y vender activos para hacer frente a sus obligaciones:

«Realmente es la única cosa que pueden hacer. No tienen el capital suficiente para continuar tal y como está la compañía actualmente». Inmediatamente los títulos se desplomaron otro 4,8%. Y ella se quedó más ancha que larga.

Whitney ha demostrado que los analistas pueden llegar a convertirse en divinidades que cambian fortunas de unas manos a otras y provocan odios lo suficientemente profundos como para despertar instintos asesinos. Pero ella duerme tranquila, seguramente por que lo hace al lado de John Layfield, ex campeón mundial de lucha libre.

El 'terremoto' que sacude a los grandes de la Bolsa

El currículo de esta analista con nombre masculino está lleno de informes que han supuesto severos disgustos para grandes compañías cotizadas en Wall Street. Hace poco más de un año, Whitney lanzó una recomendación de venta sobre los títulos de Goldman Sachs que fueron seguidos al pie de la letra por sus incondicionales discípulos. En las dos jornadas siguientes las acciones del banco de inversión cayeron más de un 12%.

Porque a Meredith Whitney le ha gustado siempre actuar como un agente de influencia dentro de la cartera de valores que ella analiza (Morgan Stanley, Goldman Sachs y Lehman Brothers, entre otros) y, lo mismo que en esta ocasión ha dejado tocado a Citigroup, otras veces sus clarividentes informes han permitido que muchos inversores amasaran grandes cantidades de dinero.

Así que tal vez por sus aciertos, esta gurú financiera, con sólo 37 años, se ha convertido en una suerte de líder de masas al más puro estilo Warren Buffet. Experta en la industria financiera, es asidua en los informativos de la Fox como comentarista bursátil y colabora habitualmente en cabeceras de renombre como The New York Times, Fortune o Forbes.

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