El Departamento de Comercio informó que las ventas al por menor bajaron el mes pasado un 0,1%, el primer retroceso desde que lo hicieron un 0,5% en febrero. En contraste, los economistas habían pronosticado que las ventas no experimentarían variación alguna.
La debilidad del mes pasado en ese sector ocurrió tras otra baja pronunciada en el sector automotor, precisamente cuando Detroit encara sus peores resultados de ventas en 16 años. Los fabricantes de automóviles han tenido que hacer frente a una debilitada economía y alzas récord de la gasolina, que han frenado la demanda de los otrora vehículos deportivos utilitarios y camionetas.
Con la exclusión de la pronunciada baja en el sector automotor, las ventas al por menor habrían experimentado un aumento del 0,4%. Aunque fue un resultado positivo, fue el más alicaído en las ventas _ sin considerar los automóviles _ en cinco meses.
La mayor parte de las escasas notas positivas en julio se debieron al considerable aumento en las ventas de gasolina en julio en las estaciones de servicio, un 0,8%. Empero, el aumento refleja más la espectacular alza de los precios que una mayor demanda.
En ese mes, los precios de la gasolina a nivel detallista llegaron a la cifra récord de 4,11 dólares por galón. Sin ese considerable aumento, las ventas al por mejor de julio habrían descendido un 0,2%.
La atonía en las ventas al por menor ilustra la cautela reinante entre los consumidores, que suman dos tercios de la actividad económica total, y que comenzaron con gran timidez al inicio del tercer trimestre. A fines de julio el gobierno federal concluyó la distribución de los cheques del reintegro fiscal por un total de 92.000 millones de dólares.
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