domingo, 17 de agosto de 2008

Llevará tiempo que la economía se recupere, dice la Casa Blanca

WASHINGTON.- La economía estadounidense tardará algún tiempo en recuperarse de su actual etapa de desaceleración, dijo esta semana la Casa Blanca, que sin embargo señaló que confía en los fundamentos de largo plazo.

"Llevará algo de tiempo que la economía se recupere, pero confiamos en los fundamentos de largo plazo y en la fortaleza subyacente de nuestra economía para salir de este período", dijo la portavoz de la Casa Blanca, Dana Perino.

En cuanto a la inflación, la portavoz expresó su confianza en la Reserva Federal y señaló que los precios de la energía se habían moderado.

Mientras tanto, crece el temor a una recesión con la contracción económica de la Eurozona.

La economía de la Eurozona se contrajo en el segundo trimestre por primera vez desde su creación, con un declive del PIB del 0,2% en relación al trimestre anterior, mientras la inflación permanece en un récord histórico, lo cual aumenta el temor de una recesión.

Los resultados preliminares de crecimiento, difundidos por la agencia Eurostat, llegan en medio de una creciente preocupación de que una recesión acecha al club de 15 países europeos. Técnicamente, la recesión se define como dos trimestres consecutivos de crecimiento negativo.

"Las informaciones de hoy sugieren que esta posibilidad ha aumentado, probablemente a más del 50% ahora", dijo el economista Sunil Kapadia, de UBS Investment Research.

Una portavoz de la Comisión Europea, Amelia Torres, no quiso utilizar la palabra "recesión", aunque admitió que las cifras parecen malas, especialmente con la inflación de la Eurozona en un récord del 4%.

"Creo que es un poco exagerado utilizar esa palabra", dijo a periodistas en Bruselas, y subrayó que las cifras preliminares luego pueden ser revisadas. Pero reconoció que los recientes indicadores de confianza auguran más problemas y que "las señales para el futuro no son muy buenas".

Marc Touati, de Global Equities, aseguró que "empezó la recesión". Pero el economista Aurelio Maccario, de Unicredit, fue más prudente, y afirmó que "la distancia que separa la economía de una verdadera recesión se ha agotado". Maccario se pregunta "si hemos visto lo peor, o si los indicadores seguirán retrocediendo".

La economía de la Eurozona creció un 0,7% en los primeros tres meses de 2008 en relación al trimestre anterior, impulsada por un alza del 1,3% en Alemania, donde un invierno clemente alentó a la industria de la construcción. Ese impulso desapareció en el segundo trimestre, cuando la economía alemana se contrajo por primera vez en casi cuatro años, con un declive del 0,5%.

Mientras tanto, la economía francesa se contrajo un 0,3% en el segundo trimestre, al igual que Italia, mientras el PIB de España subió apenas un 0,1%.

El peor desempeño de la economía de la Eurozona había sido hasta ahora en el segundo trimestre de 2003, cuando el crecimiento fue nulo.

Las cifras de toda la Unión Europea fueron apenas mejores, con una caída del PIB del 0,1% en el segundo trimestre, ayudadas por la economía británica, que creció un magro 0,2%.

Todos los analistas destacan que la contracción del crédito y la disparada de los precios del petróleo y los alimentos afectan el poder de compra no sólo en Europa, sino en todo el mundo.

El gobierno de Japón también anunció que su economía se contrajo en el segundo trimestre, cuando la caída de las exportaciones y el débil gasto de los hogares amenaza con arrastrar a la segunda economía mundial a su primera recesión en seis años.

Las ventas minoristas en Estados Unidos cayeron asimismo un 0,1% en julio, a raíz de menores adquisiciones de coches y camiones, en momentos en que los estadounidenses evitan hacer grandes gastos.

El informe apoya la perspectiva de algunos economistas para quienes la mayor economía mundial está desacelerándose y tendrá un crecimiento mediocre en los futuros meses, sobre todo porque las ventas minoristas son un factor clave de impulso al crecimiento.

Eurostat también anunció que la inflación interanual permanece en su récord del 4% en julio en la zona euro.

Esta ecuación peligrosa de fuerte inflación y crecimiento en baja agita el fantasma de una "estanflación" y es particularmente delicada para el Banco Central Europeo (BCE), que puede intentar contrarrestar el alza de los precios al consumo aumentando sus tasas, pero corre el riesgo de hundir aún más la economía. Ante la duda, el BCE mantendría por ahora sus tasas en el 4,25%, estiman muchos economistas.

Las esperanzas descansan ahora sobre el petróleo, cuyo precio ha bajado desde comienzos de julio, y sobre el euro, que descendió por debajo de los 1,50 dólares. Si estas tendencias se mantienen, la economía europea tendrá un respiro, esperan los más optimistas.

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