"Se trata de una herramienta comercial que nos permitirá mejorar y hasta ampliar el acceso de los bienes costarricenses al mercado panameño, le brinda más certidumbre a los sectores productivos y a los inversionistas e intensifica el uso de recursos y servicios", manifestó el presidente de la Cámara, Juan María González.
González recordó que el proceso fue muy complejo: se extendió durante casi 10 años en negociaciones que eran continuamente interrumpidas hasta que culminaron en agosto del 2007.
"Los resultados finales fueron muy positivos para la industria, que consiguió que el 94% de los productos industriales tengan acceso inmediato sin impuestos al mercado panameño y solo el 6% restante con plazos de desgravación que van desde los cinco hasta los 17 años", agregó González en un comunicado de prensa.
El año pasado la Promotora de Comercio Exterior reportó exportaciones a Panamá por 327 millones de dólares, mientras las importaciones de productos y servicios desde el país vecino alcanzaron 223,8 millones de dólares.
En general, la vigencia del tratado con los panameños implica que el 92% de los productos que exporta Costa Rica a ese mercado quedarán libres de aranceles en forma inmediata, donde entre los más beneficiados figuran los medicamentos, abonos, pinturas, plástico, láminas, tubos, llantas, papel, artículos de construcción, refrigeradoras, cocinas, textiles y calzado.
Los productos que quedaron excluidos del tratado fueron el arroz, azúcar, papa, cebolla, café en grano y tostado, que representan el 1,4% de la oferta exportable costarricense.
Los legisladores deben ratificar el convenio comercial en una segunda votación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario