domingo, 17 de agosto de 2008

Preocupa la situación en Georgia, punto clave de tránsito de gas y petróleo

LONDRES.- La posición de Georgia, clave en el tránsito de hidrocarburos del mar Caspio hacia el Oeste, se está viendo amenazada por el conflicto armado con Rusia, en detrimento de los Occidentales, preocupados por la seguridad del oleoducto que va de Bakú a Ceyhan, pasando por Tiflis.

Aunque Georgia no produce petróleo, las compañías energéticas occidentales habían apostado por este país pro occidental, situado entre Irán y el monopolio de oleoductos y gasoductos rusos, para desarrollar las exportaciones de hidrocarburos extraídos de Azerbaiyán, al borde del Caspio.

Desde la llegada al poder del presidente georgiano, Mijail Saakashvili, en 2004, que favoreció un acercamiento de Tiflis con Estados Unidos y Europa, han sido puestos en funcionamiento dos nuevos conductos, pero el conflicto con Rusia podría poner en peligro el tránsito por el país caucásico.

Azerbaiyán anunció la suspensión de sus exportaciones de petróleo a través de los puertos georgianos de Kulevi y Batumi en el mar Negro, debido al conflicto.

El primer ministro georgiano, Lado Gurgenidze, declaró que la aviación rusa efectuó bombardeos cerca del oleoducto Bakú-Tiflis-Ceyhan (BTC), que sin embargo no sufrió daños. El operador del gasoducto, la compañía petrolera británica BP, dijo no estar al tanto de esas informaciones.

BP posee el 30% de la infraestructura, cuya construcción costó más de 3.000 millones de dólares. Entre los demás socios cuentan los grupos estadounidenses Chevron y ConocoPhillips.

Inaugurado en 2006, el gasoducto BTC, de 1.774 km de largo, conduce el crudo de los campos petrolíferos de Azerbaiyán en el mar Caspio al puerto turco de Ceyhan, en el Mediterráneo. Su capacidad es de 1,2 millones de barriles por día.

Paul Stevens, analista petrolero para el instituto Chatham House, estima que la suerte del gasoducto BTC no debería de tener una gran influencia en los mercados, puesto que el tránsito ya está interrumpido tras un incendio en Turquía debido a una explosión.

"Aunque el conducto esté fuera de servicio una semana o dos, es muy poco probable que tenga un gran efecto en la oferta mundial de petróleo", destacó a la cadena Sky News.

BP también es el operador del oleoducto Bakú-Supsa, un conducto soviético renovado, que llega hasta la costa georgiana en el mar Negro, así como del nuevo gasoducto del Cáucaso Sur (Bakú-Tiflis-Erzurum). Esta infraestructura, de 692 km, transporta unos 8.000 millones de metros cúbicos de gas por año desde el gran campo offshore azerbaiyano de Shah Deniz hasta la frontera entre Turquía y Georgia.

Para Natalia Leschenko, analista de Global Insight, los conductos georgianos no se verán en principio afectados por la ofensiva rusa. "La tarea de las fuerzas rusas es asegurarse el control de Osetia del Sur (...) los conductos sólo peligrarían si hay una escalada y Rusia decide un bloqueo económico", asegura.

Michael Denison, miembro asociado de Chatham House, considera dicha eventualidad poco probable. Los ataques o "tentativas de Rusia de tomar el control de los conductos serían extremos, ya que entonces la OTAN podría considerarlo como una amenaza existencial para su seguridad, lo que implicaría una respuesta militar", observa.

Los analistas coinciden en que los combates en Georgia podrían perjudicar a largo plazo las inversiones en los hidrocarburos del Caspio, vistos como una alternativa a los recursos controlados por los países de Oriente Medio y Rusia.

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