sábado, 2 de agosto de 2008

Tras el fracaso de Ginebra se prevén escasos progresos antes de 2009 en la OMC

GINEBRA.- El fracaso de las negociaciones en la OMC esta semana en Ginebra aplazará muy probablemente hasta 2009 cualquier progreso en la liberalización de los intercambios comerciales, pese a que algunos países piden una rápida reanudación de las negociaciones.

Para Joseph Stiglitz, profesor de la Universidad de Columbia y premio Nobel de Economía, "las negociaciones no podrán reanudarse antes de las elecciones estadounidenses", debido a que es "difícil negociar un acuerdo cuando el desempleo aumenta" y la economía se debilita.

Elie Cohen, director de investigaciones del Centro Nacional francés de Investigación Científica, comparte esta opinión. "Van a esperar la llegada de la próxima administración estadounidense", afirma.

También India, peso pesado en las negociaciones de la Organización Mundial del Comercio (OMC), debe celebrar elecciones a finales de 2008, lo que tampoco incita a su gobierno a hacer concesiones.

Algunos países no han ocultado su satisfacción al ver la Ronda de Doha de nuevo paralizada. Italia, por ejemplo, que formó parte de un grupo de nueve países europeos, entre ellos Francia e Irlanda, que juzgaban que Europa había hecho demasiadas concesiones a sus socios comerciales.

El ministro francés de Agricultura, Michel Barnier, sugirió por su parte abrir las negociaciones sobre los productos agrícolas a otras instituciones, como la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) o el Fondo Monetario Internacional (FMI).

"El argumento de los proteccionistas siempre ha sido que el producto que defienden es específico", considera sin embargo Elie Cohen.

Stiglitz añade por su parte que es difícil desplazar las negociaciones hacia otras instancias debido a su complejidad.

El presidente brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, cuyo país habría sido uno de los principales beneficiados con un nuevo acuerdo de liberalización del comercio, sugiere por su parte organizar una reunión de jefes de Estado para aportar una "solución política" a la Ronda de Doha, lanzada en 2001.

Por su parte, Alemania desea que las negociaciones se reanuden cuanto antes. "Ya no podemos permitirnos una larga espera", afirmó su secretario de Estado de Economía, Bernd Pfaffenbach.

Pero antes de una reanudación de las negociaciones, Elie Cohen prevé la multiplicación de los acuerdos bilaterales o regionales, como desea principalmente la Comisión Nacional de Agricultura de Brasil.

"Desde la Ronda Urugay", el ciclo de negociaciones que precedió a la Ronda de Doha, "ha aumentado el número de acuerdos bilaterales. Algunos países pueden estar interesados en negociar más en líneas más estrechas", señaló Cohen.

Pero este tipo de acuerdos complica el comercio mundial y amenaza con desfavorecer a los países más débiles. "Cuando Estados Unidos negocia solo con Colombia", ésta está en peor posición de lo que está en el marco de "un acuerdo mundial de liberalización", argumenta Cohen.

"El estancamiento en la OMC no debería sin embargo asestar un golpe fatal al comercio internacional, que se desarrolló de forma extraordinaria desde la Ronda Uruguay, con un crecimiento de 6% por año", agregó.

"Los acuerdos que ya se aplican protegen contra los derrapes más graves. Esperamos sobre todo que haya progresos", afirma Stiglitz.

Principalmente para los países en vías de desarrollo. Los productores de algodón africanos del C4 -Mali, Benín, Burkina Faso y Chad- esperaban lograr en Ginebra una reducción de las subvenciones chinas y estadounidenses para el algodón.

Pero tuvieron que dejar Ginebra sin ni siquiera poder lanzar las negociaciones. Su industria, de la que viven 20 millones de personas, está actualmente en peligro de extinción.

No hay comentarios:

Publicar un comentario